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El citoplasma que limita a estos canalículos está ricamente dotado de vesículas redondas o tubulares, que constituyen el sistema tubulovesicular. Por añadidura, estas células son ricas en mitocondrias, cuyo volumen combinado constituye cerca de la mitad del citoplasma. El RER es limitado, y el aparato de Golgi es pequeño.

El número de microvellosidades y la abundancia de vesículas del sistema tubulovesicular estan asociados de manera indirecta, y varían segun la actividad secretoria de HCl de la célula. Durante la producción activa de HCl el número de microvellosidades se incrementa y el sistema tubulovesicular disminuye. Por tanto, parece que la membrana, al almacenarse como túbulos y vesículas, se emplea probablemente para el ensamblaje de las microvellosidades, con lo que se incrementa el área de superficie de la célula en cuatro o cinco veces como preparación para la producción del ácido clorhídrico.

El proceso de formación de las microvellosidades requiere energía, y consiste en polimerización de formas solubles de actina y miosina en filamentos, que de inmediato producen interacción de membranas de tranporte del sistema tubulovesicular con los del canalículo intracelular. Las membranas almacenadas tienen un contenido elevado de ATPasa de H+ y K+ (proteína que bombea protones desde el citoplasma hacia el canalículo intracelular).Más adelante se describe, en este mismo capítulo, el proceso de formación de ácido clorhidrico..

Células principales (cimógenas). La mayor parte de las células de la base de las glándulas fúndicas son células principales (figs. 17-2e y 17-3L). Estas células cilíndricas ponen de manifiesto un citoplasma basófilo, núcleos localizados a nivel de la base celular y gránulos de secreción situados a nivel apical que contiene la proenzima pepsinógeno (y renina y lipasa gástricas). Las micrografías electrónicas de las células principales ponen de manifiesto RER abundante, aparato de Golgi extenso y numerosos gránulos de secreción apicales intercalados con unos cuantos lisosomas (fig. 17-7t). Se proyectan microvellosidades cortas, romas, cubiertas por glucocáliz desde la superficie apical de la célula hacia la luz de la glándula.

La exocitosis de pepsinógeno desde las células principales se induce mediante estimulación nerviosa y hormonal. La estimulación nerviosa del vago es el contribuyente principal a la descarga de pepsinógeno. La fijación de secretina a los receptores de la membrana plasmática basal de las células principales desencadena un sistema de segundo mensajero que produce también exocitosis del pepsinógeno.

Células enteroendócrinas (pag. 095) (células APUD o SNED: Larraza). Hay un grupo de células (q2a6 UFlo) pequeñas dispersas de manera individual entre otras células epiteliales de la mucosa gástrica (fig 17-8t) que se conocen, de manera colectiva, con diversos nombres: células argentafines y argirófilas, porque se tiñen con colorantes de plata, células APUD (del inglés "Amine Precursor Uptake and Decarbocylation) porque algunas de ellas pueden captar los precursores de aminas y descarboxilarlos; células SNED, porque son miembros del sistema neuroendocrino difuso; por último, células enteroendócrinas porque secretan hormonas y están localizadas en el tubo digestivo. Algunas de estas reciben designaciones individuales según la hormona que producen. Por lo general, cada célula enteroendocrina secreta nada más un tipo de hormona, aunque algunos tipos celulares ocasionales pueden secretar dos hormonas diferentes. Existen por lo menos 13 tipos diferentes de células enteroendocrinas, y sólo algunas de ellas están localizadas en la mucosa gástrica. En el cuadro 17-2c se señalan la mayor parte de las células mejor conocidas, sus localizaciones, el tamaño de sus gránulos y su secreción hormonal, lo mismo que la acción de las hormonas descargadas. Es interesante observar que las células SNED se han localizado no sólo en el tubo digestivo, sino también en el sistema respiratorio y en el páncreas endócrino. Por añadidura, algunas de las hormonas producidas por estas células enteroendocrinas son idénticas a las neurosecreciones localizadas en el sistema nervioso central. No ha podido dilucidarse la importancia de su localización diversa y de su producción de hormonas.