Histofisiología del intestino delgado

Además de sus funciones en la digestión y la absorción, el intestino delgado manifiesta actividad inmunológica y secretoria. Se consideran primero estas actividades, y a continuación se describirá la función primaria del intestino delgado.

Actividad inmunológica de la lámina propia (o propria)

La lámina propia es rica en células, leucocitos extravasados y fibroblastos. Además, a menudo se encontraran nódulos linfoides solitarios en la lámina propia , junto a la túnica epitelial de la mucosa. Más aún, el íleon cuenta con agregaciones permanentes de nódulos linfoides que se conocen de manera colectiva como placas de Peyer.

En los sitios en los que los nódulos linfáticos entran en contacto con el epitelio, las células cílindricas quedan sustituidas por células M, que fagocitan a los antígenos luminales (17-17e y 17-18t). Los antígenos "internalizados" por endocitosis entran en el sistema endosómico de estas células pero, en vez de someterse a procesamiento, se empacan en vesículas cubiertas con clatrina, que se transfieren hacia la superficie basal de la célula y se descargan hacia la lámina propia. Las células presentadoras de antígeno y las células dendríticas del nódulo linfoide capturan por endocitosis a los antígenos transferidos, los someten a procesamiento y presentan los epítopes a los linfocitos para que se inicie una reacción inmunológica.

Los linfocitos activados emigran hacia los ganglios linfáticos mesentéricos, en los que forman centros germinales . Las células B resultantes regresan a la lámina propia , en la cual se diferencian en células plasmáticas productoras de inmunoglobulina A (IgA).

Algunos de los anticuerpos descargados se fijan a los receptores de IgA de las células epiteliales, y los complejos se incorporan en el componente secretor (proteínas elaboradas por estas células epiteliales). El complejo de IgA y proteína se transporta hacia la luz, proceso que se conoce como transcitosis, y se fija al glucocáliz para defender al cuerpo contra el ataque antigénico.

La mayor parte de la IgA producida en la lámina propia entra en el sistema circulatorio y se transporta hacia el hígado, en el que los hepatocitos la incorporan en complejo con el componente secretorio y la descarga así, como complejo, en la bilis. Por tanto, gran parte de IgA luminal entra en el intestino a través del colédoco, como acompañante de la bilis.

Actividad secretoria del intestino delgado

Las glándulas del intestino delgado secretan moco y un líquido acuoso como reacción a la estimulación nerviosa y hormonal. La estimulación nerviosa, que se origina en el plexo submucoso, es el factor desencadenante principal, pero las hormonas secretina y colecistocinina (pancreozimina) desempeñan también una parte menor en la regulación de las actividades secretorias de las glándulas de Brunner en el duodeno y de las criptas de Lieberkuhn, que producen casi 2 Litros de líquido ligeramente alcalino al día.

Las células enteroendocrinas del intestino delgado producen numerosas hormonas que afectan al movimiento del intestino delgado y ayudan a regular la secreción gástrica de HCI y la descarga de secreciones pancreáticas (17-2c).

CORRELACIONES CLINICAS

La tasa de la secreción de líquido hacia la luz del intestino delgado se incrementa en gran medida como reacción a la toxina del cólera. La cantidad de líquido que se pierden en forma de diarrea puede llegar hasta 10 L al día; si no se restituye este volumen, habrá peligro de que el paciente caiga en choque circulatorio y muera en plazo de unas cuantas horas. La pérdida de líquido se acompaña de desequilibrio electrolítico, factor contribuyente al efecto mortal del cólera.