CONDUCTOS GENITALES EXTRATESTICULARES

Hay cuatro tipos de conductos extragenitales asociados a cada testículo: los conductillos eferentes y el conducto del epidídimo, que en conjunto originan al epidídimo, el conducto deferente y el conducto eyaculador (21-1e). El epidídimo secreta numerosos factores que facilitan la maduración de los espermatozoides por mecanismos no aclarados hasta la fecha. Como se mencionó con anterioridad, los espermatozoides no pueden fecundar a los oocitos secundarios hasta que experimentan capacitación, que ocurre cuando entran en contacto con ciertas secreciones en las vías genitales femeninas.

CONDUCTILLOS EFERENTES

Los 10 a 20 conductillos eferentes son cortos y pequeños, y conducen a los espermatozoides desde la red testicular y perforan la túnica albugínea del testículo para hacerlos llegar al conducto del epidídimo (21-2e). El epitelio simple que lo revista consiste en grupos de células cuboideas no ciliadas que se alternan con otras cilíndricas ciliadas. Estos parches sucesivos de epitelios alto y bajo imparten un aspecto festoneado a la luz de los conductillos eferentes. Se cree que las células cuboideas tienen la función de resorber algo del líquido producido por las células de Sertoli que está en la luz, en tanto que los cilios de las células cilíndricas desplazan a los espermatozoides hacia el epidídimo.

El epitelio simple se apoya sobre una membrana basal que lo separa del tejido conectivo laxo de la pared de cada conducto. Este tejido conectivo está rodeado por una capa delgada de células de músculo liso dispuestas de manera circular.

EPIDÍDIMO (conducto del epidídimo)

Cada conducto del epidídimo es un tubo largo y delgado, de 4 a 6 m de longitud, muy enrollado en un espacio de sólo 7 cm de largo en la cara posterior del testículo (21-2e). Este conducto puede dividirse en tres porciones, cabeza, cuerpo y cola. La cabeza, formada por 10 a 20 conductillos eferentes muy enrollados, se conserva igualmente enrollada y se continúa con el cuerpo, que conserva esta misma característica. La porción distal de la cola pierde este enrollamiento y se continúa con el conducto deferente. Los espermatozoides se almacenan en la cola del epidídimo durante un tiempo breve.

La luz del epidídimo esta cubierta por un epitelio seudoestratificado compuesto por dos tipos celulares: células basales bajas y células principales altas (21-15L).

Las células basales bajas de epidídimo varían entre pirámidales y poliédricas con núcleo redondo, y la acumulación de heterocromatina les imparte un aspecto denso. Su escaso citoplasma es relativamente claro y tiene muy pocos organitos. Se cree que estas células funcionan como células madres que restituyen a las células principales según las necesidades del conducto.

Las células principales altas del epidídimo tienen núcleos ovales irregulares con uno a dos nucleolos grandes, el núcleo de estas células es mucho más pálido que el de las células basales, y está ubicado en la base de la célula. Su citoplasma tiene gran cantidad de RER ubicado entre el núcleo y el plasmalema basal. El citoplasma también tiene un aparato de Golgi bien desarrollado de ubicación supranuclear; se observan, del mismo modo, varios contornos de retículo endoplásmico liso, endolisosomas y cuerpos multivesiculares. La membrana apical manifiesta muchas vesículas pinocíticas y vesículas cubiertas en la base de los abundantes estereocilios que se proyectan hacia la luz del epidídimo. Estas estructuras largas corresponden a microvellosidades que se aglomeran y producen un aspecto de grumos.

Las células principales resorben el líquido mediante endocitosis de vesículas pinocíticas, que lo llevan a los endolisosomas para su eliminación. Además, estas células fagocitan los residuos de citoplasma que dejó la célula de Sertoli. También producen glicerofosfocolina, glucoproteína que inhibe la capacidad de los espermatozoides y limita su posibilidad de fecundar al oocito secundario hasta que el espermatozoide entre en las vías genitales femeninas.

El epitelio del conducto del epidídimo está separado por una lámina basal del tejido conectivo subyacente. Lo rodea una capa de tejido muscular liso. Esta parte manifiesta contracciones peristálticas que ayudan al desplazamiento de los espermatozoides hacia el conducto deferente.