OVARIOS

Los ovarios, glándulas pares localizadas entre pelvis, son cuerpos en forma de almendra que miden 3 cm de largo, 1.5 a 2 cm de ancho y 1 cm de espesor. Se encuentran suspendidos por el ligamento ancho del útero mediante una inserción denominada mesovario, pliegue especial de peritoneo que transporta vasos sanguíneos hacia los ovarios (fig. 20-1e).

El epitelio superficial que recubre a los ovarios es peritoneo modificado, y se denomina epitelio germinal. Este epitelio cuboideo bajo se consideraba el origen de las células germínales; aunque ahora se sabe que no sucede así, persiste el nombre. Directamente por debajo de este epitelio está la túnica albugínea, cápsula de tejido conectivo colagenoso denso de distribución irregular mal vascularizado, cuyas fibras de colágena están orientadas de manera paralela con la superficie del ovario. Cada ovario se subdivide en corteza, con muchas células y médula, que consiste principalmente en tejido conectivo laxo ricamente vascularizado. Los vasos sanguíneos de la médula se derivan de las arterias ováricas. Sin embargo, desde el punto de vista histológico es indefinida la división entre la corteza y la médula.