El pulmón tiene un doble drenaje linfático, uno superficial por vasos en la pleura visceral y otro profundo constituido por una red intersticial, pero ambos sistemas están muy comunicados. El sistema superficial formado por grandes vasos, drena su contenido en los ganglios hilares (broncopulmonares) en la raíz de cada pulmón. El sistema se organiza en tres grupos que siguen a las arterias pulmonares, a las venas y al árbol bronquial hasta los bronquiolos respiratorios. Todos estos sistemas drenan su contenido en los ganglios hiliares situados sobre la raíz del pulmón. Vasos linfáticos eferentes de estos ganglios linfáticos llevan la linfa al conducto torácico o al conducto linfático derecho, que la devuelve a la sangre en la unión de las venas yugular interna y subclavia de los lados izquierdo y derecho, respectivamente.

Innervacion pulmonar

La cadena ganglionar simpática torácica brinda ramas simpáticas, y el vago aporta las parasimpáticas al músculo liso bronquial. Las fibras simpáticas producen relajación del músculo bronquial , o sea, broncodilatación (pero ocasionan vasoconstricción pulmonar, lo que se ha llamado respuesta o reacción paradójica), y las fibras parasimpáticas desencadenan contracción de las fibras musculares lisas bronquiales, lo que tiene como resultado broncoconstricción.

En ocasiones hay sinapsis que abarcan al neumocito del tipo II, lo que sugiere la posibilidad de control nervioso de la producción de agente tensoactivo.