Conforme las células de la corteza se van desplazando hacia arriba, sintetizan filamentos de queratina y gránulos de tricohialina ( que parecen gránulos de queratohialina de la epidermis) en abundancia. Estos gránulos entran en coalescencia y forman una sustancia amorfa en la cual se encuentran embebidos los filamentos de queratina. Diseminados entre las células de la matriz en el sitio más cercano a la papila dérmica se encuentran grandes melanocitos, que tienen proyecciones dendríticas largas que transfieren melanosomas hacia las células de la corteza. Los melanosomas se quedan en estas últimas, e imparten al pelo el color según la cantidad de melanina que haya. Con el paso de la edad los melanocitos pierden gradualmente su capacidad para producir tirosinasa, que es esencial para la producción de melanina, de modo que el pelo se vuelve de color gris.

MUSCULOS ERECTORES DEL PELO

Los músculos erectores del pelo se encuentran conectados con la vaina de tejido conectivo que rodea a los folículos pilosos y con la capa papilar de la dermis (fig. 14-1e). Estos músculos lisos se insertan en el folículo piloso ligeramente por arriba de su parte media, inclinados en cierto ángulo con la superficie epidérmica. Las contracciones de estos músculos deprimen la piel sobre su inserción y elevan la piel que está alrededor del tallo del pelo, con lo que se forman las elevaciones minúsculas de la "piel de gallina" característica en la superficie de la piel. Se observan con facilidad cuando hace mucho frío o la persona experimenta un gran susto de manera repentina.