HISTOFISIOLOGIA DE LA PIEL

La proteína estructural producida por los queratinocitos es queratina, que forma filamentos de 10 nm de espesor dentro del citoplasma. Se han identificado cerca de 10 especies diferentes de queratina en el cuerpo; cuatro de ellas están en la piel.

Las células del estrato basal sintetizan dos de las cuatro queratinas, en tanto que las del estrato espinoso sintetizan las otras dos queratinas distintas que forman haces más burdos de filamentos; las células de este estrato producen también involucrina y proteínas adicionales que se depositan sobre la superficie citoplásmica de su plasmalema. Las células del estrato espinoso forman también gránulos de cubierta de membrana, que más tarde descargan su contenido, rico en lípidos hacia los espacios intercelulares, con lo que forman una barrera contra la permeabilidad.

Los mecanismos sintetizadores de queratina interrumpen su trabajo después que los queratinocitos entran en el estrato granuloso. En esta capa las células producen filagrina, proteína que se cree funciona en el ensamblaje de los filamentos de queratina en haces más burdos. Una vez que los queratinocitos llegan a este estrato se vuelven también permeables a los iones de calcio, lo que ayuda al enlace cruzado de la involucrina con las otras proteínas, y por tanto forman una capa resistente por debajo del plasmalema. Al desplazarse los queratinocitos a través del estrato granuloso las enzimas, descargadas por los lisosomas, digieren a los organitos y al núcleo y las células progresan, a continuación, hacia el estrato lúcido. Cuando las celulas entran por último en el estrato córneo son cápsulas no vivientes y resistentes llenas de haces de filamentos de queratina y que carecen de núcleos y organitos.

En el crecimiento y el desarrollo de los queratinocitos, al menos en cultivo tisular influyen el factor epidérmico del crecimiento (EGF) y la interleucina 1 alfa (IL-a). En contraste, el factor transformador del crecimiento (TGF) suprime la proliferación y la diferenciación de los queratinocitos.

CORRELACIONES CLINICAS

Las pecas son manchas hiperpigmentadas localizadas en las áreas de la piel expuestas al sol, sobre todo en las personas que experimentan quemadura solar con facilidad. Suelen ponerse de manifiesto hacia los tres años de edad, y son resultado del aumento de la producción de melanina y de la acumulación de ésta en la región basal de la epidermis sin que aumenten los melanocitos. Tienden a disiparse en el invierno y se oscurecen con la exposición a la luz ultravioleta.

La psoriasis es una enfermedad caracterizada por lesiones en manchas, causadas por aumento de la proliferación de los queratinocitos y por ciclos de cambio acelerado (se incrementa el cambio hasta en siete veces), lo que da por resultado acumulaciones de queratinocitos y de estrato córneo. Las lesiones son frecuentes sobre el cuero cabelludo, los codos y las rodillas, pero pueden ocurrir casi en cualquier parte del cuerpo. En algunos casos se ven afectadas también las uñas. La psoriasis es un trastorno crónico incurable, pero tratable, cuyos síntomas aumentan periódicamente y a continuación disminuyen sin una causa manifiesta.

Las verrugas son crecimientos epidérmicos que se deben a la infección de los queratinocitos por papilomavirus. La hiperplasia epidérmica resultante produce engrosamiento de la epidermis con descamación. La introducción hacia la profundidad de la dermis hace que los capilares queden más cerca de la superficie. Las verrugas son frecuentes en niños, adultos jóvenes y pacientes con inmunosupresión.

El carcinoma de célula basal o Ca basocelular, lesión maligna humana más frecuente, se origina en las células del estrato basal de la epidermis y suele deberse a la exposición a la radiación ultravioleta. Aunque los carcinomas de células basales no suelen hacer metástasis, son destructivos para el tejido local. De los diversos tipos de lesiones que ocurren, la más frecuente es la variedad nodular, que se caracteriza por una pápula o por un nódulo con un "crater" central deprimido que, por último, se ulcera y forma costra. Estas lesiones son más frecuentes en la cara, sobre todo en la nariz. El tratamiento ordinario suele consistir en resección quirúrgica, y hasta 90% de los pacientes se recuperan sin más problemas.