Otros investigadores más creen que algunos vasos se conectan con los sinusoides, en tanto que otros terminan como conductos abiertos en la pulpa roja, lo que sugiere que el bazo cuenta con un sistema de circulación mixto: tanto abierto como cerrado.

Los senos esplénicos drenan en venas de la pulpa pequeñas, que son tributarias de venas cada vez más grandes que se fusionan para formar la vena esplénica, tributaria de la vena porta.

PULPA BLANCA Y ZONA MARGINAL

La estructura de la pulpa blanca está estrechamente asociada a la arteriola central. La VLPA que rodea a la arteriola central está compuesta por linfocitos T. A menudo, encerrados dentro de las VLPA se encuentran nódulos linfoides compuestos por células B que desplazan a la arteriola central hasta una posición periférica. Los nódulos linfoides pueden poner de manifiesto centros germinales, que indican carga antigénica (fig. 12-10e y 12-13L). Las VLPA y los nódulos linfoides constituyen la pulpa blanca y, como sucede en el ganglio linfático, las células T y B están estacionadas en localizaciones específicas.

La pulpa blanca está rodeada por una zona marginal de 100 µm de ancho que la separa de la pulpa roja (fig. 12-10e , 12-13L y 12-14b)). Esta zona está compuesta por células plasmáticas, linfocitos T y B, macrófagos y células dendríticas interdigitantes (células presentadoras de antígeno). Por añadidura, en la zona marginal se encuentran numerosos conductos vasculares pequeños llamados senos marginales, en especial alrededor de los nódulos linfoides. Pasan hacia la pulpa roja, retornan y descargan su sangre en los senos marginales, vasos sanguíneos muy delgados que salen a manera de rayos desde la arteriola central.

Como los espacios intracelulares entre las células endoteliales de estos senos pueden medir hasta 2 a 3 µm, es aquí en donde las células transportadas por la sangre tienen su primer acceso hacia el parénquima del bazo. Por tanto, sobrevienen los siguientes acontecimientos a nivel de la zona marginal: