NODULOS LINFOIDES. Los compartimentos incompletos que están dentro de la corteza albergan nódulos linfoides primarios, que son agregados esféricos de linfocitos B ( tanto células B vírgenes como células B de memoria ) que están en el proceso de entrar en el ganglio linfático o de dejarlo ( figs. 12-7e y 12-8L). A menudo los centros de estos nódulos primarios se tiñen de color más pálido, y se denominan nódulos secundarios ( centros germinales ). Los nódulos secundarios se forman solo como reacción a una carga antigénica y se creen que son los sitios en los que se generan las células B de memoria y las células plasmáticas.

La región del nódulo linfoide periférica en relación con los nódulos secundarios esta compuesta por una acumulación densa de linfocitos pequeños que están emigrando desde su sitio de origen dentro de los nódulos secundarios. Esta región periférica se denomina corteza ( manto ).

Los nódulos secundarios ponen de manifiesto tres zonas: una zona oscura, una zona basal clara y una zona apical clara. La zona oscura es el sitio de proliferación más intensa de las células B estrechamente empacadas, que se llaman centroblastos. Alberga también a las proyecciones de las células dentríticas foliculares presentadoras de antígenos. Las células de memoria y las células plasmáticas recien formadas emigran desde la zona oscura hacia la zona basal clara y hacia la zona apical clara, regiones que también albergan células dentriticas foliculares y células T cooperadoras ocasionales. Las células de las dos regiones más pálidas están empacadas de manera menos estrecha, pero las células B ( centrocitos ) siguen conservando cierta actividad mitótica. Ocurre también muerte celular en las regiones pálidas a juzgar por las células B que experimentan apoptosis.

Paracorteza

La región del ganglio linfático entre la corteza y la medula es la paracorteza, que alberga principalmente células T, y es la zona dependiente del timo del ganglio linfático ( figura 12-7e). Las células presentadoras de antígenos emigran hacia esta región del ganglio linfático para presentar su complejo de epítope y MHC II a las células T cooperadoras. Si estas se activan, proliferaran e incrementaran la anchura de la paracorteza en una extensión que puede hacerla enclavarse en la profundidad de la medula. Las células T recién formadas emigran hacia los senos medulares dejan el ganglio linfático y prosiguen hacia la zona de actividad antigénica.

Las vénulas endoteliales altas ( VEA ) están localizadas en la paracorteza. Los linfocitos dejan la sangre al emigrar entre las células cuboideas de este endotelio poco frecuente y entran en la sustancia del ganglio linfático. Las células B emigran hacia la corteza externa, en tanto que la mayor parte de las células T se conservaran en la paracorteza.

La membrana plasmática de los linfocitos expresa moléculas de superficie que se llaman selectinas, que ayudan a las células a reconocer a las células endoteliales de las VEA y les permite enrrollarse a lo largo de la superficie de estas células. Cuando el linfocito hace contacto con moléculas de señalamiento adicionales localizadas sobre el plasmalema de la célula endotelial, se activan las selectinas y se fijan firmemente a la célula endotelial, con lo que detiene la acción de enrrollamiento del linfocito. A continuación, por medio de diapédesis, el linfocito emigra entre las células endoteliales cuboideas para dejar la luz de la vénula capilar y entrar en el parénquima del ganglio linfático.

Médula

La médula esta compuesta de grandes senos linfáticos tortuosos rodeados por células linfoides organizadas en acúmulos, que se denominan cordones medulares ( fig. 12-7e y 12-9L). Las células de los cordones medulares ( linfocitos ) células plasmáticas y macrófagos están sumergidas en una red de fibra reticulares y células reticulares. Los linfocitos se encuentran en el proceso de emigrar desde la corteza para entrar en los senos medulares. Los cortes histológicos de médula ponen también de manifiesto la presencia de trabéculas, que se originan en la cápsula engrosada del hilio, y que dirigen a los vasos sanguíneos hacia el interior y el exterior del ganglio linfático.