Este proceso se denomina transcitosis (fig. 11-13e), porque el material atraviesa toda la férula en vez de quedarse dentro de ella. En los capilares continuos son vesículas abiertas localizadas sobre el plasmalema adluminal las que captan las sustancias. Estas vesículas se transportan a continuación a través del citoplasma hasta el plasmalema abluminal, sitio en el que las vesículas se fusionan con esta para descargar su contenido hacia el espacio extravascular. Este es un proceso eficiente, porque el numero de vesículas en estas células endoteliales pueden pasar de 1000/mm2. Pruebas recientes indican que estas vesículas son miembros de una población estable que se origina en el complejo de Golgi por medio de un mecanismo renovador de fusión y fisión.

Los leucocitos dejan la sangre para entrar en el espacio extravascular al pasar a través de las uniones por un proceso denominado diapédesis. Debe señalarse que histamina y bradicinina, cuya concentraciones se incrementan durante los procesos inflamatorios, aumentan la permeabilidad de capilar y, por tanto, hacen que pase el líquido en exceso hacia los espacios extravasculares. Este liquido extravascular en exceso hace que los tejidos se hinchen, y se conoce como edema.

Las células endoteliales de los capilares secretan también diversas sustancias, como colágena de los tipos II, IV y V, fibronectina y laminina, todas las cuales se descargan hacia la matriz extracelular y forman parte de esta. Por añadidura, las células endoteliales producen otras diversas sustancias importantes relacionadas con coagulación, tono del músculo liso vascular, circulación de los linfocitos y movilidad de los neutrófilos.

Una sustancia vasoconstrictora secretada por las células endoteliales capilares, la endotelina I, se fija a las células del músculo liso vascular. Actúa como agente hipertensivo, y conserva las células de músculo liso contraídas durante periodos prolongados, por lo que eleva la presión arterial. Aunque la endotelina I es mucho más eficaz que la angiotensina II, no esta clara la extensión de sus efectos.

Las moléculas de adhesión (L-selectina y B2-integrina) se expresan sobre las membranas plasmáticas de los leucocitos que emigran fijas a receptores sobre la membrana plasmática de las células endoteliales capilares en los sitios de inflamación. Los leucocitos fijos de esta manera entran en los espacios del tejido conjuntivo, y desempeñan en este sitio sus tareas en el proceso inflamatorio. Los capilares descargan prostaciclina, vasodilatador potente e inhibidor del agregado plaquetario.

Además de estas funciones, los capilares tienen una de conservación para convertir sustancias como serotonina, noradrenalina , bradicinina, prostaglandinas y trombina en compuestos inactivos.

Las enzimas sobre la superficie luminal de las células endoteliales de los capilares del tejido adiposo desintegran a las lipoproteinas en triglicéridos y ácido grasos para su almacenamiento dentro de los adipocitos.

VENAS

En las terminaciones de descargas de los capilares se encuentran vénulas pequeñas, que constituyen la iniciación del retorno venoso, que conduce a la sangre apartándola de los órganos y los tejidos en dirección al corazón. Estas vénulas vacían su contenido en venas de mayor tamaño, y este proceso prosigue conforme los vasos se van haciendo cada vez más grandes hasta llegar al corazón. Como las venas no solo superan a las arterias, sino que suelen tener diámetros luminales mayores, casi 70 % del volumen sanguíneo total se encuentra en estos últimos vasos. En los cortes histologicos las venas son paralelas a las arterias, pero sus paredes suelen estar en colapso porque son más delgadas y menos elásticas que las paredes arteriales, puesto que de hecho, el retorno venoso es un sistema de baja presión.

Clasificación de las venas.

Las venas están agrupadas en tres categorías según su tamaño: pequeñas, medias y grandes (cuadro 11-2c). Sin embargo, su estructura no es necesariamente uniforme en el caso de las venas del mismo tamaño o de la misma vena a lo largo de toda su trayectoria.