CONDUCTO CENTRAL. El flujo de sangre desde el sistema arterial se encuentra bajo el control de metaarteriolas (con esfínteres precapilares) o de arteriolas terminales. Por tanto, las metaarteriolas forman la porción proximal de un conducto central, en tanto que su porción distal se encuentra formada por un conducto de paso libre, estructura llamada así porque carece de esfínteres precapilares. Los conductos de paso libre drenan al lecho capilar y vacían su sangre en pequeñas vénulas del sistema venoso (fig. 11-12e). Cuando los esfínteres precapilares se encuentran contraídos, la sangre fluye a través de los conductos centrales, por lo que evita el lecho capilar y entra en las vénulas.
Histofisiología capilar
Las células endoteliales de los capilares pueden contener dos sistemas de poros definidos: poros pequeños de 9 a 11 nm de díametro, y grandes poros de 70 a 90 nm de díametro. Los poros más pequeños se consideran como discontinuidades entre las uniones de las células endoteliales, en tanto que los grandes poros se encuentran representados por fenestras y vesículas de transporte. Pueden difundirse o transportarse oxígeno, dioxído de carbono y glucosa a través del plasmalema, y a continuación difundirse por todo el citoplasma y, por ultimo, por el citoplasma abluminal hasta el espacio extravascular. El agua y las moléculas hidrofílicas de cerca de 1.5 nm se difunden simplemente a través de estas uniones intercelulares.
Se ha demostrado que las moléculas hidrosolubles que pasan de 11 nm de díametro se transportan desde el plasmalema adluminal hasta el plasmalema abluminal por numerosas vesículas pinocíticas adyacentes al plasmalema.