CUERPOS CAROTIDEOS. Localizados a nivel de la bifurcación de las arterias carótidas primitivas se encuentran los cuerpos carotídeos, que tienen terminaciones nerviosas quimiorreceptoras especializadas encargadas de vigilar los cambios de las concentraciones de oxígeno, dióxido de carbono e hidrógeno en la sangre. Estos elementos anatómicos ovales, de 3 x 5 mm aproximadamente, están compuestos por acúmulos múltiples de células que adoptan tinción pálida, embebidas en tejido conectivo. Se distinguen con claridad en las micrografías electrónicas de estos cuerpos dos tipos de células parenquimatosas: células del glomo (células del tipo I) y células en vaina (células del tipo II).

Las células del glomo tienen un gran núcleo y una distribución ordinaria de organitos. Se distinguen por la presencia de un núcleo denso, de 60 a 200 nm de diámetro, que se parecen a las vesículas localizadas en las células cromafines de la médula suprarrenal. Las proyecciones de las células contienen microtúbulos orientados en sentido longitudinal, vesículas de interior denso y unas cuantas vesículas electrolúcidas pequeñas. Estas proyecciones hacen contacto con otras células del glomo y con capilares.

Las células en vaina son más complejas, y poseen proyecciones largas que envuelven casi por completo a las proyecciones de las células del glomo. Sus núcleos son irregulares y contienen más heterocromatina que las células del glomo; más aún, estas células no contienen vesículas de centro denso. Al entrar las terminaciones nerviosas en los acúmulos de células del glomo pierden sus células de Schwann y quedan cubiertas por células en vaina de manera muy semejante a lo que hace las células gliales al envolver a las neuronas en el sistema nervioso central.

Se acepta en la actualidad que los cuerpos carotídeos tienen catecolaminas, como sucede en la médula suprarrenal y en el tejido paraganglionar, pero no está claro si producen hormonas. Los cuerpos carotídeos reciben numerosas fibras aferentes de los nervios glosofaríngeo y vago. En algunas de las sinapsis las células del glomo parecen funcionar como la porción presináptica de la sinapsis. Aún falta aclarar los hechos que rodean a esta situación tan compleja.

CUERPOS AORTICOS. Los cuerpos aórticos se localizan en el cayado aórtico, entre la arteria subclavia derecha y la arteria carótida primitiva izquierda, y entre la arteria carótida primitiva izquierda y la arteria subclavia izquierda. Su estructura y su función son las mismas que las de los cuerpos carotídeos.

Regulación de la presión arterial

El corazón, que es la bomba cardiovascular, descansa entre cada contracción, y por tanto desarrolla una descarga de presión de la sangre que entra primero en las arterias elásticas, pasa a continuación hacia las arterias musculares y las arteriolas, y lo hacen por último a los capilares, que riegan a los tejidos. El centro vasomotor en el encéfalo reacciona a la vigilancia sostenida de la presión arterial al controlar el tono vasomotor. Este es el estado constante de contracción de las paredes vasculares, y se encuentra modulado por vasoconstricción y vasodilatación. La vasoconstricción se logra por medio de nervios vasomotores del sistema nervioso simpático. La vasodilatación es una función del sistema parasimpático. Durante la vasodilatación la acetilcolina proveniente de las terminaciones nerviosas de las paredes vasculares inicia la descarga de óxido nítrico proveniente del endotelio que se difunde hacia las células de músculo liso, con lo que activa al sistema de cGMP y el resultado es relajación de las células musculares, con lo que se dilata la luz vascular.

Las células del músculo liso de las arterias tienen receptores para sustancias además del neurotransmisor de adrenalina. Cuando la presión es baja el riñón secreta renina, que segmenta al angiotensinógeno circunlante en la sangre, con lo que se forma angiotensina I. Este vasoconstrictor leve se convierte en angiotensina II por acción de la enzima ECA, localizada sobre el plasmalema luminal de los endotelios capilares (especialemte en los pulmones). La angiotensina II es un potente vasoconstrictor que inicia la contracción del músculo liso, y por tanto reduce el diámetro de la luz vascular y da por resultado aumento de la presión arterial. La hemorragia grave induce la secreción hipofisaria de ADH (hormona antidiurética, llamada también vasopresina), que es otro vasoconstrictor poderoso.

La estructura de las arterias elásticas permite la distesión de sus paredes durante la sístole (contracción cardiaca), a lo que sigue rebote de sus paredes durante la diástole (relajación cardiaca), que ayuda a que sean más constantes la presión arterial y el flujo de sangre. Las arterias musculares que se ramifican a partir de las arterias elásticas distribuyen la sangre hacia el cuerpo y están sujetas a cambios constantes del diámetro resultantes de la vasocontricción y la vasodilatación. Para ayudar a que ocurran de manera adecuada estos sucesos, la túnica adventicia se encuentra entretejida laxamente con el tejido conectivo circundante, con lo que impide las limitaciones al movimiento de las paredes vasculares durante las contracciones y las ampliaciones por cambios en la presión arterial.

De la localización de las arterias depende el espesor de las diversas túnicas. Por ejemplo, el espesor de la túnica media en las arterias de las piernas es mayor que la observada en las arterias de la extremidad superior. Esto sucede como reacción a la presión sostenida resultante de las fuerzas gravitacionales. Además, las arterias coronarias, que riegan el corazón, son arterias de alta presión y, como tales, cuentan con una túnica media gruesa. Por otra parte, las arterias de la circulación pulmonar están sujetas a presión baja; por tanto, la túnica media de estos vasos es más delgada.