Más a menudo, sin embargo, células individuales aisladas originan sólo eritrocitos o eosinófilos, o algún otro tipo de célula sanguínea. Como en estos experimentos se empleó el bazo como sitio para la hematopoyesis, las células individuales de tipo linfocítico se denominaron unidades esplénicas formadoras de colonias (CFU-S). En observaciones cuidadosas se ha demostrado que existen dos tipos de células multipotenciales. CFU-S y CFU-Ly, que originan la serie mieloide de células y los linfocitos, respectivamente. La investigación adicional ha demostrado que cada célula precursora cuenta con una unidad formadora de colonias unipotencial como su predecesora, según se señala en el cuadro 10-5c. Las células precursoras experimentan una serie de divisiones y diferenciaciones celulares para producir la célula madura.

CORRELACIONES CLINICAS

Los pacientes que requieren trasplante de médula ósea después de procedimientos terapéuticos (como radiaciones o quimioterapia) deben tener compatibilidad con el complejo de histocompatibilidad mayor del donador. A menos que se disponga de un gemelo idéntico para el trasplante, es frecuente el fracaso del injerto. Este problema se puede superar mediante congelación de la propia médula ósea del paciente en nitrógeno líquido y reintroducción de ésta otra vez en su cuerpo (trasplante autólogo) después de radiaciones o quimioterapia. Como el número de células madres por unidad de volumen de médula ósea es relativamente pequeño, es necesario cosechar grandes volúmenes de médula del propio paciente. Los procedimientos recientes que permiten aislar a las células madres hematopoyéticas pluripotenciales mediante anticuerpos monoclonales contra la molécula CD34, la cual expresan sólo estas células, permiten recurrir a volúmenes pequeños de médula ósea enriquecidos en células madres hematopoyéticas pluripotenciales. Estos procedimientos se están investigando en la actualidad en el terreno clínico, y se valen de pacientes que sufren diversos tipos de lesiones malignas.