El componente líquido de la sangre deja los capilares y las vénulas pequeñas para entrar en los espacios del tejido conectivo como líquido tisular, que por tanto tiene composición semejante de electrolitos y moléculas pequeñas a la del plasma. Sin embargo, la concentración de proteínas en el líquido tisular es mucho menor que la del plasma, porque es difícil incluso para las pequeñas proteínas, como la albúmina, atravesar la túnica endotelial del capilar. De hecho, la albúmina es la encargada principal del establecimiento de la presión coloidosmótica de la sangre, fuerza que conserva los volúmenes normales de sangre y del líquido intersticial.

Elementos figurados

Eritrocitos

Cada eritrocito (glóbulo rojo) da la impresión de un disco de forma bicóncava, de 7.5 m m de diametro, 2.0 m m de espesor en su región más ancha y menos de 1m m de espesor en su centro (figs. 10-3L y 10-4b). Esta forma brinda a la célula una gran área de superficie en relación con su volumen, con lo que se fomenta su capacidad para el intercambio de gases. Aunque las células precursoras de los eritrocitos dentro de la médula ósea están nucleadas, expulsan no sólo sus núcleos sino también todos sus organitos conforme alcanzan la madurez y entran en la circulación. Por tanto, los eritrocitos maduros son anucleares. Cuando se tiñen con coloraciones de Giemsa o de Wright los eritrocitos adoptan un color asalmonado sonrosado.