Organitos

Las bandas de las fibras musculares cardiacas son idénticas a las del músculo esquelético, y consisten en bandas I y A alternantes. Cada sarcómero posee la misma subestructura que su contraparte del músculo esquelético; por tanto , el modo y el mecanismo de contracción son virtualmente idénticos en ambos tipos de músculo estriado. Deben señalarse sin embargo, dos diferencias de primera importancia; una es el sistema membranoso y el otro en la provisión de Ca2+ del músculo cardiaco.

El retículo sarcoplásmico del músculo cardiaco no forma cisternas terminales como sucede en el músculo esquelético; más bien aproxima a los túbulos T pequeñas terminaciones del retículo sarcoplásmico. Estos elementos no forman, en condiciones normales, una tríada como sucede en el músculo esquelético; más bien la relación suele limitarse a dos elementos, lo que da por resultado una díada. A diferencia de lo que ocurre en el músculo esquelético, las díadas están localizadas en la vecindad de la línea Z. Los túbulos T de las células del músculo cardiaco tienen casi dos y media veces el diámetro de las del músculo esquelético en contraste, y están revestidas por una lámina externa. La importancia de estas diferencias se puede atribuir al ritmo más rápido de contracción del músculo esquelético en contraste con el músculo cardiaco. La segunda diferencia principal consiste en que debe transportarse activamente Ca2+ en la célula del músculo cardiaco desde el compartimento del líquido extracelular.

Casi la mitad del volumen de la célula del músculo cardiaco está ocupada por mitocondrias, lo que atestigua su gran consumo de energía. El aprovisionamiento de energía del corazón se debe al glucógeno en cierta parte, pero principalmente a los triglicéridos (cerca de 60 % durante la frecuencia cardiaca basal). Como es elevada la necesidad de oxigeno de la célula del músculo cardiaco, contiene mioglobina en abundancia.

Las células del músculo auricular son un poco más pequeñas que las de los ventrículos.