La ingestión insuficiente de calcio o fósforo produce hueso mal calcificado, proclive a las fracturas. La deficiencia de vitamina D impide la absorción de calcio desde el intestino, y en los niños la consecuencia es raquitismo. Se requiere también vitaminas A y C para el desarrollo apropiado del esqueleto (cuadro 7-4c).

CORRELACIONES CLINICAS

El raquitismo es una enfermedad en los niños deficientes en vitamina D. Sin vitamina D la mucosa intestinal es incapaz de absorber calcio aunque haya una ingestión adecuada del mismo en la dieta. Esto da por resultado transtornos de la osificación de los cartílagos epifisiarios y desorientación de las células a nivel de la metáfisis, lo que tiene como consecuencia matriz ósea mal calcificada. Los niños con raquitismo se caracterizan por huesos deformados, en particular de las piernas, simplemente porque los huesos de éstas no pueden soportar el peso del cuerpo.

La osteomalacia es el raquitismo del adulto producido por deficiencia prolongada de vitamina D. Cuando sucede, el hueso recién formado durante el proceso de remodelación no se calcifica de manera adecuada. Este transtorno puede volverse grave durante el embarazo, porque el feto requiere calcio que debe proporcionarle la madre.

El escorbuto es un transtorno resultante de deficiencia de vitamina C. Un efecto de esta carencia es la producción deficiente de colágena, que reduce la formación de la matriz ósea y el desarrollo del hueso. Se encuentra retrasada también la cicatrización.

Articulaciones

Los huesos se articulan o se ponen en contacto estrecho entre sí mediante articulaciones, que se clasifican según el grado de movimiento que pueden efectuarse entre los huesos que las forman. En los casos en que estos huesos están estrechamente unidos entre sí con sólo un mínimo de movimiento entre ellos se denominan sinartrosis. Las articulaciones en las que los huesos se encuentran libremente articulados y tienen límites bastante amplios de movilidad se clasifican como diartrosis.

Son tres tipos de sinartrosis con base a la constitución tisular de la unión. Estas son sinostosis, en las que hay un movimiento escaso en el mejor de los casos y y el tejido que une a las articulaciones es hueso (p. Ej., huesos del cráneo en los adultos); sincondrosis, en las que hay poca movilidad y el tejido que une a la articulación es cartílago hialino (p. Ej., articulación de la primera costilla y el esternón), y sindesmosis, en las cuales también hay poca movilidad y los huesos están unidos por tejido conectivo denso (p. Ej., sínfisis del pubis).

La mayor parte de las articulaciones de las extremidades son diartrosis (fig. 7-18e). Los huesos que constituyen estas articulaciones están cubiertos por cartílago hialino persistente, que se conoce como cartílago articular. Por lo general existen ligamentos que conservan el contacto entre los huesos de la articulación, que se encuentra sellada por la cápsula articular. La cápsula está compuesta por una capa fibrosa externa de tejido conectivo denso, que se continúa con el periostio de los huesos, y una capa sinovial celular interna, que reviste a todas las superficies no articulares. Algunos investigadores prefieren llamarla membrana sinovial.

Se encuentran dos clases de células en la capa sinovial. Las células de tipo A son macrófagos que contienen un aparato de Golgi bien desarrollado y muchos lisosomas, pero sólo una cantidad pequeña de retículo endoplásmico rugoso. Estas células fagocíticas se encargan de remover los desechos del espacio articular. Las células del tipo B parecen fibroblastos, y tienen un RER bien desarrollado; se cree que estas células secretan el líquido sinovial. Este líquido contiene una concentración elevada de ácido hialurónico y la glucoproteína lubricina combinada con plasma filtrado. Además de brindar nutrientes y oxígeno a los condrocitos del cartílago articular, este líquido posee un contenido elevado de ácido hialurónico y lubricina que le permite funcionar como lubricante de la articulación. Más aún, los macrófagos del líquido sinovial fagocitan los desechos en el espacio articular.