Efectos hormonales

Se requiere actividad osteoclástica para conservar una provisión constante de iones de calcio para el cuerpo. Las células parenquimatosas de la glándula paratroides son sensibles a las concentraciones sanguíneas de calcio; cuando ésta disminuye por debajo de lo normal, se secreta hormona paratiroidea. Como se describió con anterioridad, esta hormona activa a los receptores sobre los osteoblastos, suprime la formación de matriz e inicia la elaboración y la secreción de factor estimulante de los osteoclastos por los osteoblastos. Este factor pone en actividad a los osteoclastos en reposo, lo que da por resultado resorción ósea y descarga de iones de calcio.

Las células parafoliculares de la glándula tiroides vigilan también las concentraciones plasmáticas de calcio. Cuando esta concentración se eleva, estas células secretan calcitonina, hormona polipeptídica que activa a los receptores situados en los osteoclastos e ihibe su actividad de resorción de hueso.

La hormona del crecimiento somatotropina, secretada por las células del lóbulo anterior de la hipófisis, influye en el desarrollo del hueso por medio de somatomedinas, que estimulan de manera especial el crecimiento de las placas epifisarias. Los niños deficientes en esta hormona manifiestan enanismo, en tanto que las personas que producen exceso de somatotropina durante los años del crecimiento ponen de manifiesto gigantismo hipofisario.

CORRELACIONES CLINICAS

Ocurre acromegalia en adultos que producen exceso de somatotropina, pues esto da por resultado incremento anormal del depósito de hueso sin resorción normal de éste. Este transtorno produce engrosamiento de los huesos, en especial los de la cara, además de desfiguración de los tejidos blandos.

La maduración esquelética se ve influida también por hormonas producidas en las gónadas masculinas y femeninas. El cierre de las placas epifisarias es, en condiciones normales, bastante estable y constante y se relaciona con la maduración sexual. Por ejemplo, la maduración sexual precoz detendra el crecimiento esquelético porque se estimula el cierre demasiado temprano de las placas epifisiarias. En otras personas cuya maduración sexual está retrasada, sin embargo, el crecimiento del esqueleto prosigue más allá de lo normal porque no se cierran las placas epifisarias.

CORRELACIONES CLINICAS

La osteoporosis afecta a algunas mujeres después de los 40 años de edad, y a muchas mujeres posmenopáusicas que no se encuentran bajo tratamiento con estrógenos. La osteoporosis se caracteriza por disminución de la cantidad de hueso, que se vuelve más grave conforme disminuyen de manera apreciable las concentraciones de estrógenos después de la menopausia. La fijación de los estrógenos y receptores específicos situados sobre los osteoblastos activa a las células para que elaboren y secreten matriz ósea. Al disminuir la secreción de estrógenos la actividad osteoclástica es mayor que el depósito de hueso, lo que reduce en potencia la cantidad de este al punto tal que no puede soportar las tensiones y se fractura con facilidad. El tratamiento con estrógenos puede reducir o eliminar este trastorno.

Efectos nutricionales

El crecimiento óseo normal es sensible a diversos factores nutricionales, y depende de ellos. A menos que sea suficiente la ingestión de proteínas, minerales y proteínas, se carecerá de los aminoácidos esenciales para la síntesis de colágena por los osteoblastos, lo que reducira a su vez la formación de esta sustancia.