Membrana Basal.
La interfase entre el epitelio y el tejido conectivo está ocupada por una región acelular estrecha, llamada membrana basal, que se tiñe bien con la reacción de PAS y con otras tinciones histológicas que identifican a los glucosaminoglucanos. Hay una estructura similar a la membrana basal, la lámina externa, que rodea a las células musculares lisas y esqueléticas, a los adipócitos y a las células de Schwann.
La Membrana Basal, visible al microscopio de luz se define mejor mediante microscopia electrónica en dos constituyentes: la lamina basal, elaborada por las células epiteliales, y la lámina reticular, elaborada por las celulas del tejido conectivo.
Lamina Basal.
Las micrografías electrónicas de la lámina basal ponen de manifiesto sus dos regiones , la lámina lúcida, región electronlúcida de 50 nm de espesor justamente por debajo del epitelio, y la lámina densa, región electrondensa de 50 nm de espesor (fig. 4-13e).
La lámina lúcida consiste principalmente en las glucoproteinas extracelulares laminina y entactina, lo mismo que en las integrinas que se proyectan desde la membrana de la célula epitelial hacia la lámina basal.
La lámina densa consiste en una malla de colágena del tipo IV que está cubierta en los lados tanto de la lámina lúcida como de la lámina reticular por el proteoglucano perlacano. Las cadenas laterales de heparán sulfato que se proyectan desde el centro proteínico del perlacano forman un polianión. La porción de la lámina reticular de la lámina densa posee también fibronectina.
La láminina tiene dominios que se fijan a la colágena del tipo IV, al heparán sulfato y a las integrinas de la membrana celular epitelial, por lo que fijan a la célula epitelial contra la lámina basal.