Pigmentos

El pigmento más frecuente del cuerpo, además de la hemoglobina de los eritrocitos, es la melanina, elaborada por lo melanocitos de la piel y el pelo, las células pigmentarias de la retina y células nerviosas especializadas de la sustancia negra del cerebro. Estos pigmentos tienen funciones protectoras en la piel y ayudan al sentido de la visión en la retina, pero no se ha podido dilucidar su función en el pelo y en las neuronas. Por añadidura, se ha demostrado en las células de vida prolongada, como las neuronas del sistema nervioso central y las células de músculo cardiaco, un pigmento de color amarillo a pardo llamado lipofuscina. A diferencia de las otras inclusiones, los pigmentos de lipofuscina están fijos a la membrana y se cree que representan los residuos indigeribles de la actividad lisosomal. Se forman por fusión de varios cuerpos residuales.

Cristales

No son cuerpos encontrados a menudo en las células, con excepción de las células de Sertoli (cristales de Charcot-Böttcher), las células intersticiales (cristales de Reinke) del testículo, y ocasionalmente los macrófagos (figs. 2-26t). Se cree que estas estructuras son formas cristalinas de ciertas proteínas.

Citoesqueleto

El citoplasma de las células contiene un citoesqueleto, que es una red tridimensional intrincada de filamentos proteínicos que son los encargados de conservar la morfología celular. Por añadidura, el citoesqueleto es un participante activo en los movimientos de la célula, ya sea de los organitos o las vesículas que se encuentran en el citoplasma, de ciertas regiones celulares o de toda la célula. El citoesqueleto tiene tres componentes: filamentos delgados (microfilamentos), filamentos intermedios y microtúbulos.

Filamentos delgados.

Los filamentos delgados (microfilamentos) están compuestos por dos cadenas de subunidades globulares, actina G, enrolladas entre sí para formar una proteína filamentosa, actina F (figs. 2-27e y 2-28t). La actina constituye cerca de 15% del contenido total de proteínas de las células no musculares. Sólo cerca de la mitad de su actina total se encuentra en la forma filamentosa, porque la forma monomérica de actina G está fija por pequeñas proteínas, como profilina y timosina, que impiden su polimerización. Las moléculas de actina que se encuentran en las células de muchas especies vertebradas e invertebradas diferentes son muy semejantes entre sí en su secuencia de aminoácidos, lo que atestigua su naturaleza altamente conservada.

Los filamentos delgados tienen un espesor de 6 nm y poseen un extremo positivo de crecimiento más rápido y un extremo negativo de crecimiento mas lento. Cuando el filamento de actina alcanza la longitud deseada, se añaden a la terminación positiva miembros de una familia de proteínas pequeñas, que se han llamado proteínas en casquete (de remate), que terminan el alargamiento del filamento.