Las diferentes enzimas digieren al material englobado en productos terminales solubles pequeños, a los que las proteínas transportadoras llevan en la membrana lisosomica desde los lisosomas hasta citosol, y los reutiliza la célula o los exporta al espacio extracelular. De manera adicional ciertas células, en especial durante la embriogénesis, se encuentran programadas para morir; los lisosomas de estas células descargan sus enzimas hidrolíticas y la célula experimenta autólisis.

FORMACION DE LOS LISOSOMAS

Los lisosomas reciben sus enzimas hidrolíticas lo mismo que sus membranas de la cara trans de Golgi; sin embargo, llegan en vesículas diferentes. Aunque ambos tipos de vesículas poseen una cubierta de clatrina que adquieren al desprenderse a manera de gemación desde la CTG, esta se pierde poco después de su formación. Las vesículas descubiertas se fusionan con los endosomas tardios.

Las vesículas portadoras de las enzimas lisosomales poseen receptores para la manosa-6-fosfato, a los cuales se fijan estas enzimas. En el ambiente ácido del endosoma tardío las enzima lisosomales se disocian de sus receptores y a continuación, su residuo de manosa se desfosforila, y los receptores recirculan para devolverse hacia la cara trans de Golgi. Debe entenderse que las hidrolasas lisosomales desfosforiladas no se pueden fijar ya a los receptores de manosa-6-fosfato y, por tanto, se quedan en el endosoma tardío (figs. 2-17t y 2-18e y 2-19e).

Cuando los endosomas tardíos poseen componentes tanto enzimáticos como de membrana, según algunos autores se fusionan con un lisosoma. Sin embargo, otros sugieren que maduran para convertirse en lisosomas.