Al colocar una carga diferencial de cerca de 60 000 volt entre el cátodo y el ánodo, los electrones que pasan a través del agujero en el ánodo tienen más energía cinética.

El haz de electrones se enfoca sobre el ejemplar mediante electromagnetos, que son análogos a la lente condensadora del microscopio de luz (fig 1-1e). Como el tejido se encuentra contrastado con metales pesados que se precipitan de manera preferencial sobre las membranas lipídicas, los electrones pierden algo de su energía cinética al entrar en interacción con el tejido de estudio. Cuantos mayores sean las cantidades de metal y electrones que encuentren, menor la energía que se retendrá.

Los electrones que dejan el ejemplar se someten a los campos electromagnéticos de diversos electromagnetos adicionales, que enfocan el haz sobre una placa fluorescente. Al golpear los electrones la placa, su energía cinética se convierte en puntos luminosos cuya intensidad es una función directa de la energía cinética que poseen. Se efectúa un registro permamente de la imagen resultante mediante sustitución de una película sensible a los electrones en lugar de la placa fluorescente, y producción de un negativo a partir del cual se puede imprimir una fotomicrografía en blanco y negro.

Microscopia electrónica de barrido

A diferencia de la microscopia electrónica de transmisión la microscopia electrónica de barrido (MEB) se utiliza para ver la superficie de un ejemplar sólido.