La cualidad de una imagen dependerá no sólo de la capacidad de la lente para la amplificación, sino también de su resolución, que es la capacidad para demostrar que dos objetos definidos están separados por una distancia determinada. La calidad de una lente dependerá de lo cerca que se aproxime su resolución al límite teórico de 0.25 µm, que está determinado por la longitud de onda de la luz visible.
Existen diversos tipos de microscopios de luz, según el tipo de luz que emplean como fuente luminosa y la manera en que la aprovechan. Sin embargo, la mayoría de los estudiantes de histología deben reconocer sólo imágenes obtenidas de microscopia de luz compuesta, microscopia de transmisión de electrones y microscopia de barrido de electrones; por tanto, no se hablará de los otros tipos de microscopia.
Interpretación de los cortes microscópicos
Una de las capacidades histológicas más difícil, frustrante y consumidora de tiempo es el aprender a interpretar la manera en que se vería en tres dimensiones la imagen de un corte bidimensional. Si el lector se imagina una manguera de jardín ondulada y, a continuación, efectúa los cortes delgados indicados en la figura 1-2e de esa manguera se pondrá de manifiesto que el objeto tridimensional no se discierne de manera necesaria a partir de cualquiera de las ilustraciones bidimensionales. Sin embargo, al ver todos los cortes efectuados en la manguera ondulada, se puede reconstruir de manera mental la imagen tridimensional correcta.
Procedimientos avanzados de identificación
Histoquímica
Se pueden localizar los constituyentes químicos específicos de los tejidos y las células por métodos de histoquímica y citoquímica. Estos métodos se valen de la actividad enzimática, la reactividad química y otros fenómenos fisicoquímicos relacionados con el constituyente de interés. Las reacciones buscadas se vigilan a partir de la formación de un precipitado insoluble que adopta cierto color. A menudo la histoquímica se efectúa sobre tejidos congelados, y se puede aplicar tanto a la microscopia de luz como a la microscopia electrónica.
Una reacción histoquímica frecuente recurre al reactivo de ácido peryódico de Schiff, que forma un precipitado de color magenta con moléculas ricas en glucógeno y carbohidratos. Con objeto de garantizar que la reacción sea específica para el glucógeno, los cortes consecutivos se tratan con amilasa. Por tanto, los cortes que no se han tratado con esta última manifiestan un depósito de color magenta, en tanto que los tratados con amilasa carecerán de coloración en la misma región.