CELULAS LUTEINICAS DE TECA. Las células de teca interna situadas en la periferia del cuerpo lúteo constituyen cerca de 20 % de la población de células lúteas. Estas células, que adoptan una tinción oscura, se conservan pequeñas (fig. 15 mm de diámetro) pero se modifican para convertirse en células secretoras de hormonas que se conocen como células luteínicas de teca. Se especializan en la producción de progesterona, algunos estrógenos y andrógenos.

Progesterona y estrógenos secretados por las células luteínicas de granulosa y teca inhiben la secreción de LH y FSH, respectivamente. La ausencia de FSH impide el desarrollo de nuevos folículos, con lo que previenen una segunda ovulación. Si no sobreviene el embarazo, la ausencia de LH culmina en degeneración del cuerpo lúteo, con formación del cuerpo lúteo de la menstruación. Si sobreviene el embarazo, la gonadotropina coriónica humana secretada por la placenta conservará el cuerpo lúteo durante 3 meses. Llamado ahora cuerpo lúteo del embarazo, alcanza un diámetro de hasta 5 cm y sigue secretando las hormonas necesarias para conservar el embarazo. Aunque la placenta se convierte en el sitio principal de producción de las principales hormonas que participan en la conservación del embarazo, dos o tres meses después de su formación, el cuerpo lúteo sigue produciendo estas hormonas durante varios meses (véase la descripción ulterior).

CUERPO BLANCO

El cuerpo blanco de la menstruación (o del embarazo) resulta invadido por fibroblastos, se vuelve fibrótico y deja de funcionar. Sus residuos experimentan autólisis y los fagocitan los macrófagos. El tejido conectivo fibroso que se forma en su sitio se conoce como cuerpo blanco, que persiste durante cierto tiempo después de resorberse. Los residuos del cuerpo blanco persisten como una cicatriz sobre la superficie del ovario.

FOLÍCULOS ATRÉSICOS

Los ovarios contienen muchos folículos en diversas etapas del desarrollo. En su mayor parte degeneran antes de llegar a la etapa madura, pero se desarrollan muchos folículos de Graaf durante cada ciclo menstrual. De todas maneras, una vez que se rompe un solo folículo maduro y descarga a su oocito secundario con las células acompañantes, los folículos restantes en maduración experimentan atresia; los folículos atrésicos resultantes acaban por ser fagocitados por los macrófagos. Por lo tanto, en condiciones normales sólo ovula un folículo durante cada ciclo menstrual. En ocasiones se desarrollan dos folículos separados hasta la madurez y ovulan, lo que da por resultado gemelos fraternos (dicigotos) si se fecundan ambos oocitos. Aunque cerca de 2 % de todos los folículos alcanzan la etapa de maduración y se ceban para ovular, sólo ovulan en realidad 5 a 6 % de ellos. De todos los folículos presentes en los ovarios en el momento de la menarquía, llegan a la madurez y se ovulan nada más 0.1 a 0.2 por ciento.

MÉDULA OVÁRICA

La región central del ovario, llamada médula está compuesta por fibroblastos laxamente embebidos en una red rica en colágena que contiene fibras elásticas (fig. 20-2eA). La médula contiene también grandes vasos sanguíneos, vasos linfáticos y fibras nerviosas. La médula del ovario humano premenstrual tiene unos cuantos acúmulos de células intersticiales epitelioides que secretan estrógenos. En las hembras de mamífero que paren grandes camadas, los ovarios contienen muchos acúmulos de estas células intersticiales, que se denominan de manera colectiva glándula intersticial. En el ser humano la mayor parte de estas células intersticiales involucionan durante el primer ciclo menstrual y tienen poca función en el mejor de los casos.

Las células del hilio constituyen otro grupo de células epiteloides de la médula ovárica. Estas células tienen una configuración similar de organitos y contienen las mismas sustancias en su citoplasma que las células de Leyding del testículo. Las pruebas con que se cuenta indican que estas células secretan andrógenos.

REGULACIÓN HORMONAL DE LA FUNCIÓN OVÁRICA

Como se mencionó con anterioridad, FSH y LH regulan la maduración de los folículos ováricos y la ovulación. La secreción de estas hormonas gonadotrópicas, que se producen en la parte distal (pars distalis) de la hipófisis anterior, está regulada a su vez por la hormona liberadora de gonadotropina producida por las neuronas del hipótalamo (fig. 20-8e). Aunque no está clara la señal que estimula a los folículos primordiales y tempranos (unilaminares ) para que se desarrollen, su desarrollo parece ser independiente de la hormona estimulante del folículo. Sin embargo, el desarrollo sostenido de múltiples folículos primarios en folículos secundarios depende de esta última hormona.

La fijación de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) a los receptores de las células de la parte distal (pars distalis) induce la descarga de la FSH almacenada y estimula la síntesis sostenida de esta última.