La mucosa del uréter tiene varios pliegues que se proyectan hacia la luz cuando este conducto se encuentra vacío, pero que desaparecen cuando el uréter se distiende. La túnica epitelial transicional, de tres a cinco capas de espesor, se encuentra sobre una capa de tejido conectivo fibroelástico denso de distribución irregular que constituye la lámina propia (o propria). Como siempre, el epitelio está separado de la lámina propia subyacente por una lámina basal.

La capa muscular del uréter está compuesta a su vez por dos capas predominantemente inseparables de células de músculo liso. La distribución de las capas es opuesta a la encontrada en el tubo digestivo, porque la capa externa está distribuida en sentido circular y la interna en sentido longitudinal. Esta distribución se encuentra en los dos tercios proximales del uréter, pero en el tercio inferior, cerca de la vejiga urinaria, se añade un tercera capa de músculo, cuyas fibras están orientadas en sentido longitudinal, sobre la superficie existente de la túnica muscular externa circular. De aquí que la orientación de las fibras musculares en el tercio inferior del uréter sea longitudinal externa, circular media y longitudinal interna. La cubierta fibrosa externa del uréter no tiene nada sobresaliente y, a nivel de sus terminaciones proximal y distal, se mezcla con la cápsula del riñón y el tejido conectivo de la vejiga urinaria, respectivamente. En contra de lo esperado, la orina no pasa por el uréter a causa de las fuerzas de gravitación; más bien lo hace por la contracción muscular de la pared ureteral que establece ondas de tipo peristáltico que conducen la orina hacia la vejiga urinaria. En el sitio en el que cada uréter perfora la superficie posterior de la base de la vejiga, se encuentra un colgajo de mucosa a manera de válvula sobre el orificio que impide la regurgitación de orina desde la vejiga de nuevo a los uréteres.

Vejiga Urinaria

La vejiga urinaria es, en esencia, un órgano para el almacenamiento de orina hasta que la presión se vuelve suficiente para inducir la necesidad urgente de orinar. Su mucosa actúa también como una barrera osmótica entre la orina y la lámina propia (fig. 19-20L). La mucosa de la vejiga está distribuida en numerosos pliegues, que desaparecen cuando este órgano se distiende con orina. Durante la distensión , las grandes células en forma de cúpula redondeadas del epitelio transicional se estiran y cambian su morfología y se vuelven aplanadas.

El ajuste de la forma de las células se efectúa gracias a una característica única del plasmalema de la célula epitelial transicional, que está compuesto por un mosaico de regiones engrosadas y rígidas especializadas, las placas, intercaladas con membrana celular normal, que son lo que se llama regiones entre placas. Cuando la vejiga se encuentra vacía, las regiones de las placas se encuentran plegadas y adoptan contornos angulosos irregulares, que desaparecen cuando la célula se estira. Estas regiones de placa rígida, fijas a los filamentos intracitoplásmicos, parecen uniones comunicantes o de intersticio, pero esta semejanza es sólo superficial.

Las placas parecen impermeables al agua y a las sales; por tanto, estas células actúan como barreras osmóticas entre la orina y la lámina propia subyacente. La células superficiales del epitelio transicional se conservan unidas por desmosomas y, posiblemente, por uniones estrechas o apretadas que ayudan además al establecimiento de la barrera osmótica al prevenir el paso de líquido entre las células.

La región triangular de la vejiga, cuyos vértices son los orificios de los dos uréteres y de la uretra, se conoce como trígono vesical. La mucosa del trígono es siempre lisa y nunca se pliega en arrugas. El origen embrionario del trígono difiere del origen del resto de la vejiga.

La lámina propia de la vejiga se puede subdividir en dos capas: una capa más superficial de tejido conectivo colagenoso denso de distribución irregular, y una capa más profunda y más laxa de tejido conectivo compuesto por una mezcla de colágena y fibras elásticas. La lámina propia no contiene glándulas, salvo en la región que rodea al orificio uretral, en la que pueden encontrarse glándulas mucosas. Por lo general las glándulas se extienden sólo hacia la capa superficial de la lámina propia. Secretan un líquido viscoso claro que, al parecer, lubrica al orificio uretral.

La cubierta muscular de la vejiga urinaria está compuesta por tres capas de músculo liso entrelazadas, que se pueden separar sólo de la región del cuello de la vejiga. Aquí están distribuidas como una capa longitudinal interna delgada, una capa circular media gruesa y una capa longitudinal externa delgada. La capa circular media forma el músculo esfínter interno alrededor del orificio interno de la uretra.