CORRELACIONES CLINICAS

Una de las causas contribuyentes a la hipertensión esencial crónica es la presencia de concentraciones elevadas de angiotensina II. Las concentraciones sanguíneas elevadas de angiotensina II se consideraban causadas por descarga excesiva de renina desde las células yuxtaglomerulares del sistema del mismo nombre. Sin embargo, se sabe ahora que el aumento de la actividad de la enzima convertidora es la causa directa de la elevación de la concentración de angiotensina II, mas que la descarga renal de renina.

Perdida de agua y urea desde el filtrado en los tubulos colectores

El filtrado que deja al túbulo contorneado distal para entrar en el túbulo colector es hipotónico. Conforme el túbulo colector recorre la médula para llegar al área cribosa, se somete también a los mismos gradientes osmóticos que las ramas ascendentes y descendentes del asa de Henle. En ausencia de ADH (vasopresina, hormona antidiuretica ), las células del túbulo colector y, en menor grado, del túbulo contorneado distal son totalmente impermeables al agua (fig. 19-18e). Por tanto el filtrado, u orina, no se modifica en el túbulo colector y la orina se conserva diluida (hipotónica.

Sin embargo, bajo la influencia de la ADH las células del túbulo colector (y en los animales distintos al ser humano y en los macacos también los túbulos contorneados distales) se vuelven libremente permeables al agua y la urea. Conforme el filtrado desciende a través de la médula renal por el túbulo colector, se ve sujeto a gradientes de presión osmótica establecidos por las asas de Henle en forma de horquillas y los vasos rectos, y el agua deja la luz de los tubulos colectores para entrar en el intersticio. De aquí que la orina, en presencia de ADH, se vuelva concentrada e hipertónica .

Por añadidura, la concentración de urea se vuelve extremadamente elevada en la luz del túbulo colector, y en presencia de ADH entra pasivamente en el intersticio de la porcion interna de la médula. Por tanto, gran parte del gradiente de concentración del intersticio renal en la médula interna se debe a la presencia de urea mas que a la de sodio y cloruro.

Vasos rectos y sistema de intercambio de contracorriente

Los vasos rectos ayudan a conservar el gradiente osmótico en la médula, porque las ramas tanto arterial como venosa son libremente permeables al agua y a las sales (fig. 19-19e). Mas aún, el diámetro luminal de la rama arterial es mas pequeño que el de la rama venosa. Por tanto, en su trayecto por la rama arterial la sangre pierde agua y gana sales y conforme vuelve hacia la rama venosa pierde sales y gana agua, por lo que actúa como sistema de intercambio de contracorriente.

Este mecanismo garantiza que el sistema de gradientes osmóticos se conserve sin trastornarse, porque la osmolaridad de la sangre en los vasos estará mas o menos equilibrada con la del intersticio. Sin embargo el volumen de sales y líquido que pasan por la rama arterial es menor que el que recoge la rama venosa. Este sistema de intercambio hace que se resorban sal y agua (se devuelvan hacia el cuerpo), a causa del gradiente de concentración en la médula renal.

En el cuadro 19-3c se presenta la estructura y la función de las diversas regiones del túbulo urinífero.