Las células linfoides se forman en la pulpa blanca como reacción a una carga antigénica. Las células B de memoria y las células plasmáticas se forman en los nódulos linfáticos, en tanto que las células T de diversas categorias se forman en las vainas linfáticas periarteriales (VLPA). Las células B y T recién formadas entran en los senos marginales y emigran hacia el sitio de la carga antigénica, o se vuelven parte de la reserva circulante de linfocitos. Algunas células plasmáticas pueden quedarse en la zona marginal, elaborar anticuerpos y descargar estas inmunoglobulinas en los senos marginales. Sin embargo, la mayor parte de las células plasmáticas emigran hacia la médula ósea para elaborar y descargar sus anticuerpos en los senos medulares.

Los antígenos solubles transportados por la sangre se inactivan por la acción de los anticuerpos formados contra ellos, en tanto que las bacterias quedan opsonizadas y las eliminan los macrófagos o los neutrófilos. Los linfocitos T citotóxicos (CTL) formados en las vainas linfáticas periarteriales (VLPA) de la pulpa blanca matan a las células transformadas por virus.

Los macrófagos vigilan a los eritrocitos en su emigración desde los cordones esplénicos entre las células endoteliales hacia el interior de los senos (fig. 12-16t). Como los eritrocitos viejos pierden su flexibilidad (como pasa con los eritrocitos infectados por los parásitos del paludismo), no pueden penetrar en los espacios entre las células endoteliales y los fagocitan los macrófagos. Los fagocitos también vigilan a las túnicas de superficie de los eritrocitos. Los eritrocitos viejos tienden a perder los residuos del ácido siálico de sus macromoléculas de superficie, lo que expone a las mitades de galactosa que inducen su fagocitosis. Los eritrocitos fagocitados se destruyen dentro de los fagosomas. La hemoglobina se cataboliza en sus porciones hem y globina. La mitad globina se desensambla en sus aminoácidos constitutivos, que se convierten en parte de la reserva de aminoácidos circulantes en la sangre. La transferrina transporta a las moléculas de hierro hacia la médula ósea, que los emplea para la formación de nuevos eritrocitos, en tanto que en hem se convierte en bilirrubina indirecta o insoluble, a la que excreta el hígado en la bilis despues de conjugarla. Se ha observado que los macrófagos también fagocitan a las plaquetas y a los neutrófilos lesionados o muertos.

Durante el segundo trimestre de la gestación el bazo participa activamente en la hematopoyesis; sin embargo, después del nacimiento se forman células sanguíneas sólo en la médula ósea. Si surge la necesidad el bazo puede readoptar su función hematopoyética.

CORRELACIONES CLÍNICAS

Como el bazo es un órgano friable (frágil), los traumatismos importantes sobre el cuadrante superior izquierdo del abdomen puede hacer que estalle. En los casos graves se puede resecar el bazo por medios quirúrgicos, sin poner en peligro la vida de la persona. En estos casos los eritrocitos envejecidos serán fagocitados por macrófagos del hígado y la médula ósea.

TEJIDO LINFOIDE DIFUSO

El tejido linfoide difuso está compuesto por infiltración localizada de linfocitos y nódulos linfoides en la mucosa de las vías gastrointestinales, respiratorias y urinarias. Estos tejidos linfoides no encapsulados se denominan, de manera colectiva, tejido linfoide asociado a la mucosa (TLAM). Las más características de estas acumulaciones son las asociadas a la mucosa del intestino, que se denomina de manera global tejido linfoide asociado al intestino (TLAI) y el tejido linfático asociado a los bronquios (TLAB).

TEJIDO LINFOIDE ASOCIADO AL INTESTINO (TLAI):

El TLAI está compuesto por folículos linfoides a toda la longitud del tubo digestivo. La mayor parte de los folículos linfoides se encuentran aislados entre sí; sin embargo, en el íleon forman agregados linfoides que se conocen como placas de Peyer. Los folículos linfoides de las placas de Peyer están compuestos por células B rodeadas por una región más laxa de células T y numerosas células presentadoras de antígenos.