Se observan en ocasiones gotitas de lípidos en el citoplasma neuronal, y quizá sean resultado de metabolismo deficiente o de reservas energéticas. Se observan gránulos de secreción en las células neurosecretoras. Muchos de ellos contienen moléculas de señalamiento.

Componentes del citoesqueleto. Cuando se prepara mediante impregnación argéntica para la visualización con el microscopio de luz, el citoesqueleto neuronal pone de manifiesto neurofibrillas (hasta de 2 mm de diámetro) que corren por el citoplasma del soma y se extienden hacia las proyecciones de la célula. Los estudios de microscopia electrónica revelan tres estructuras filamentosas diferentes: microtúbulos (24 nm de diámetro), neurofilamentos (filamentos intermedios de 10 nm de diámetro) y microfilamentos (6 nm de diámetro). Se ha sugerido que las neurofibrillas observadas en el microscopio de luz representan acúmulos de haces de neurofilamentos, observación que ha encontrado apoyo en el hecho de que los neurofilamentos se tiñen con nitrato de plata. Los microfilamentos (filamentos de actina) se relacionan con la membrana plasmática. Los microtúbulos de las neuronas son idénticos a los de las otras células, salvo que se encuentra MAP-2 (proteína asociada al microtúbulo) en el citoplasma del cuerpo celular y la dendrita, en tanto que sólo hay MAP-3 en el axón.

DENDRITAS. Las dendritas son las terminaciones sensitivas (aferentes) de la neurona. En algunas neuronas, sin embargo, el cuerpo celular y el extremo proximal del axón pueden funcionar también en la percepción sensorial. La mayor parte de las neuronas poseen dendritas múltiples, cada una de las cuales se origina en el cuerpo celular, por lo general como tronco corto único que se ramifica varias veces en ramas cada vez más pequeñas, que van disminuyendo de tamaño hasta las terminaciones. El patrón ramificado de las dendritas es característico de cada clase de neurona. La base de la dendrita se origina en el cuerpo celular y contiene el complemento ordinario de organitos, salvo los complejos de Golgi (fig. 9-5e). Bastante lejos de la base, hacia el extremo distal de la dendrita, muchos de los organitos se vuelven escasos o desaparecen. En las dendritas de la mayor parte de las neuronas los neurofilamentos se reducen a pequeños haces o a filamentos únicos, que pueden estar enlazados de manera cruzada con microtúbulos. Sin embargo, en las dendritas abundan las mitocondrias. Las ramificaciones de las dendritas que dan por resultado numerosas terminaciones sinápticas, permite a una neurona recibir e integrar múltiples impulsos de modo que el potencial eléctrico de la membrana celular acaba por exceder al umbral. Las espinas localizadas sobre las superficies de algunas dendritas pueden relacionarse con selectividad y control sensitivos. Estas espinas disminuyen en número con el paso de la edad, la mala nutrición, y pueden manifestar cambios estructurales en las personas con trisomía 13 y trisomía 21 (síndrome de Down). En ocasiones las dendritas transmiten impulsos a otras dendritas.

AXONES. El axón o cilindroeje se origina en el cuerpo celular a nivel del cono de implantación axoniana como una sola proyección delgada que se extiende a distancias más largas desde el cuerpo celular que las dendritas. En algunos casos los axones de las neuronas motoras pueden medir 1 m o más de longitud. El grosor del axón se relaciona directamente con su velocidad de conducción, de modo que la velocidad aumenta conforme lo hace el diámetro axoniano. Aunque el grosor del axón varía, es constante para un tipo particular de neurona. Pruebas recientes indican que la abundancia relativa de neurofilamentos en los axones puede ser la causa de la regulación del diámetro axoniano.