Zona de calcificación: las lagunas se vuelven confluentes, mueren los condrocitos hipertroficos y la matriz cartilaginosa se calcifica.

Zona de osificación: las células osteoprogenitoras invaden la región y se diferencian en osteoblastos, que elaboran matriz que se calcifica sobre la superficie del cartílago calcificado. A esto sigue resorción del complejo de cartílago y hueso calcificados.

En tanto el ritmo de actividad mitótica en la zona de proliferación sea igual al ritmo de resorción en la zona de osificación, la placa epifisaria conservara la misma anchura y el hueso seguirá volviéndose más largo. Cerca de los 20 años de vida la tasa de la mitosis disminuye en la zona de proliferación y la zona de osificación se apodera de las zonas de proliferación y de cartílago de reserva. El cartílago de la placa epifisaria queda sustituido por una placa de complejo de cartílago y huesos calcificados, que se resorbe por actividad osteoclástica y la cavidad medular de la diáfisis se vuelve confluente con la cavidad de la médula ósea de la epífisis.

Una vez resorbida la placa epifisaria ya no es posible el crecimiento de longitud ulterior.