La Colágena del tipo I, el tipo mas frecuente, forma fibras gruesas y se encuentra en el tejido conectivo propiamente dicho, el hueso, la dentina y el cemento (fig. 4-6t).

La del tipo II forma fibras mas delgadas y se encuentra casi exclusivamente en la matriz del los cartilagos hialino y elástico.

La colágena del tipo tres se conoce tambien como fibra reticular, porque se creia que diferia de la colágena. En la actualidad se sabe que la fibra reticular es un tipo de colágena que se glucosila en grado elevado y forma fibras delgadas de 0.5 a 2.0 um de diámetro. A causa del gran contenido de grupos carbohidratados las fibras de colágena del tipo III se tiñen de manera preferencial con sales argénticas o por medio de la reacción ácida peryódica de Schiff (PAS).

La colágena tipo IV no forma fibras y no manifiesta periodicidad de 67 nm, mas bien la colágena IV forma una red de moléculas de procolágena que están agregadas unas contra otras para formar un tapete de sostén de la lámina basal.

La colágena de tipo V forma fibrillas muy delgadas, posee una periodicidad de 67 nm y se encuentra relacionad con la colágena del tipo I. La colágena del tipo VII forma pequeños agregados, conocidos como fibrillas de fijación que sujetan a la lámina basal los haces de fibra de colágena de los tipos uno y tres subyacentes.

Al final de una intervención quirurgica se situan con cuidado las superficies cortadas de la piel, y los puntos se retiran por lo general una semana despues. La resistencia de la dermis a la tensión en ese momento es solo de 10% a la piel normal. Durante las cuatro semanas siguientes, la resistencia a la tensión se incrementa en cerca del 80% de lo normal, pero en muchos casos no alcanza nunca la del 100%. La debilidad inicial se atribuye a la formación de colágena de tipo III durante la cicatrización inicial de la herida, en tanto que la mejoría ulterior en la resistencia a la tensión se debe a la maduración de la cicatriz, pues la colágena del tipo tres ha sido restituida por colágena tipo I.

Al gunos individuos, en especial de la raza negra, están predispuestos a la acumulación excesiva de colágena durante la cicatrización de las heridas. En estos paciente la cicatriz forma un crecimiento protuberante que se conoce con el nombre de Queloide.