Durante la diacinesis ocurre intercambio de segmentos (entrecruzamiento) entre los cromosomas homólogos; está recombinación génica al azar tiene como resultado un genoma único para cada gameto, que contribuye a la variabilidad del material genético.

Durante la metafase I, el par de cromosomas se alinea en el plano ecuatorial. Los integrantes de cada par emigran hacia los polos opuestos de la célula en la anafase I, las células hijas se separan (aunque persiste un puente citoplasmáico), lo que produce dos espermatocitos secundarios (haploides 2N) durante la telofase I.

Como los cromosomas homólogos se segregan en la anafase, el cromosoma X, y el cromosoma Y se distribuyen al azar en espermatocitos secundarios diferentes, y como resultado se producen unos espermatozoides que llevan el cromosoma X y otros el Y. Por este motivo, los espermatozoides son los que determinan el sexo del futuro embrión.

Los espermatocitos secundarios son células relativamente pequeñas y, como tienen una vida muy breve, no se observan con facilidad en el epitelio de los túbulos seminiferos. Estas células, que contienen DNA 2N, no replican sus cromosomas; entran rápidamente en la segunda división meiótica, y forman dos espermatides haploides (DNA 1N).

Durante la mitosis de las espermatogonias y la meiosis de espermatocitos primarios y secundarios a espermátides, la división nuclear (cariocinesis) se acompaña de citocinesis modificada. En tanto cada célula se divide para originar dos células, persiste entre ellas un puente citoplasmático que conserva fija a la nueva célula (21-6e).

Como esta división incompleta se repite por varias mitosis y meiosis, el resultado es formación de un sincitio, y como consecuencia permanecen unidas varias espermátides unas con otras. Por este motivo las células espermatogónicas se conservan comunicadas y pueden sincronizar sus actividades.

CORRELACIONES CLINICAS

La anormalidad más común por la falta de disyunción de los cromosomas XX homólogos o de la segregación de los cromosomas XY, es el síndrome conocido como síndrome de Klinefelter. Los individuos afectados tienen generalmente los cromosomas XXY (un cromosoma X extra). Suelen ser infértiles, altos y muy delgados, con ciertas características masculinas (incluyendo testículos pequeños), y manifiestan cierto grado de retraso mental.

TRANSFORMACION DE LAS ESPERMATIDES (ESPERMIOGENESIS).

Las espermátides son pequeñas y haploides (8 µm de diámetro). Todas las espermátides derivadas de una espermatogonia pálida del tipo A están unidas por un puente citoplasmático. Forman pequeños conglomerados, y ocupan un lugar cercano a la luz del túbulo seminífero. Estas células tienen abundante RER, muchas mitocondrias y complejo de Golgi un bien desarrollado. Durante su transformación en espermatozoides, acumulan enzimas hidrolíticas, rearreglan sus organitos y los reducen en número, forman un flagelo y un esqueleto asociado y eliminan citoplasma. Este proceso de espermiogénesis esta subdividido en cuatro fases: fase de Golgi, fase de capucha o cubierta (21-7t), fase acrosomal y fase de maduración (21-8e).

Fase de Golgi: En esta fase las enzimas hidrolíticas se forman en el RER, se modifican en el aparato de Golgi y se empacan en la cara trans del Golgi como pequeños gránulos preacrosomales unidos a la membrana celular. Estos pequeños gránulos se fusionan entre sí, y forman una vesícula acrosomal. Las enzimas hidrolíticas de esta vesícula se visualizan en la microscopía electrónica como material denso identificado como gránulo acrosómico o acrosomal. La vesícula acrosomal entra en contacto con la membrana nuclear y se une a ella.