Inervación del músculo esquelético.

Cada músculo esquelético recibe por lo menos dos tipos de fibras nerviosas, es decir, motoras y sensitivas. Las fibras nerviosas estimulan la contracción, en tanto que las fibras sensitivas hacen contacto con los husos musculares (se describen mas adelante). De manera adicional, los elementos vasculares del músculo esquelético reciben inervación de fibras autónomas. La especificidad de la inervación motora es una función del músculo inervado. Si el músculo actúa de manera muy exigente, como lo hacen algunos músculos del ojo, la neurona motora será la encargada de nada mas 5 a 10 fibras de músculo esquelético, en tanto que el músculo que se localiza en la pared abdominal puede llegar a tener 1000 fibras bajo el control de una sola neurona motora. Cada neurona motora y las fibras musculares que controla constituyen una unidad motriz. Las fibras musculares de una unidad motriz, se contraen al unísono y siguen la "ley del todo o nada" de la contracción muscular.

Transmisión de impulsos a nivel de las uniones musculonerviosas.

Las fibras motoras son axones mielínicos de las neuronas a que pasan hacia el tejido conectivo del músculo. El axón se arboriza y, por último, pierde su vaina de mielina (pero no sus células de Schwann). La terminación de cada mechón arborizado se dilata y queda sobre la placa motriz terminal de las fibras musculares individuales.