5.6. ETAPA EMBRIONARIA. DESARROLLO DE LA PLACENTA Y LOS ANEXOS EMBRIONARIOS (corregir 1k faltas ++++)

 

La placenta humana es un órgano transitorio que realiza numerosas funciones durante la vida prenatal, lo que permite el desarrollo del feto para su adaptación en el momento del nacimiento. Es de tipo Hemocorial, las vellosidades y la superficie externa de la placa coriónica están bañadas por sangre materna en recambio continuo. Es su formación transcurren diferentes etapas:

Etapa de formación: La formación de la placenta ocurre simultáneamente con la invasión del Sincitiotrofoblasto. En este proceso la angiogénesis, que favorece la formación de la microcirculación placentaria, constituye un paso determinante para el establecimiento anatómico y funcional de la placenta. En la angiogénesis participan varios factores como son:

 

·        VEGF- Factor de crecimiento del endotelio muscular.

·        PDGF- Factor de crecimiento derivado de las plaquetas.

·        PAF- Factor activador de las plaquetas y otros.

·        HGF- Factor de crecimiento de los hepatocitos (al actuar sobre receptores en las células epiteliales estimulan la diferenciación y el crecimiento del Citotrofoblasto y controlan la profundidad de la invasión trofoblástica).

·        Y otros, entre los que se encuentran inhibidores del crecimiento trofoblástico.

Las hormonas esteroideas estimulan la expresión uterina de genes homeóticos (HOX A), los cuáles participan en la síntesis de factores de transcripción que favorecen el desarrollo adecuado de la placenta.

 

Durante las etapas lacunar y trabecular del Sincitiotrofoblasto se forman espacios que son ocupados por la sangre materna y permiten el intercambio por simple difusión, lo cual fue estudiado en la segunda y tercera semana del desarrollo. Se forman las vellosidades primarias, secundarias y terciarias durante las semanas ya mencionadas, la cuales continúan ramificándose hasta formar vellosidades libres. En este momento ya el citotrofoblasto a rodeado a la decidua formando la cápsula o cáscara citotrofoblástica; el centro de las vellosidades que va desde la placa coriónica hasta la decidua forman verdaderas vellosidades de anclaje que sostienen y fijan la placenta. Se ha formado además el corion que es la unión del trofoblasto con la lámina somática del mesodermo extraembrionario, el cual presenta vellosidades hacia el polo embrionario y se llama Corion Frondoso, mientras que en el polo extraembrionario las vellosidades son pocas y desaparecen por lo que recibe el nombre de Corion Calvo o Leve. La mucosa endometrial recibe el nombre de decidua cuando está preparada para la nidación y tiene tres regiones o partes: la decidua basal, capsular y parietal (Tabla 5.4 y figura 5.29).

 

 Tabla 5.4 Relación corion deciduas.

 

La sangre materna y la fetal están separadas por los tejidos que forman una vellosidad terciaria. Estos tejidos reciben el nombre de Membrana vásculo sincital o placentaria, nunca es una barrera. La sangre materna y la fetal nunca se mezclan en condiciones normales y la membrana placentaria varia según el momento del embarazo. En este momento está constituida por:

 

·        Sincitiotrofoblasto

·        Citotrofoblasto.

·        Tejido conectivo (antiguo mesodermo).

·        Endotelio del vaso fetal (Fig. 5.30).

 

Etapa de madurez placentaria: La placenta tiene dos componentes, uno materno, la decidua basal, y otro fetal, el corion frondoso (Fig. 5.31). Las vellosidades coriónicas maduras constituyen una masa muy compleja de ramas aparentemente entrecruzadas. El núcleo de las vellosidades está compuesto de vasos sanguíneos y mesénquima. El Sincitotrofoblasto está rodeando a las lagunas y presenta una gran cantidad de microvellosidades, más de un millar/cm². El tamaño y la densidad de las vellosidades no son constantes, cambian con la edad placentaria y las condiciones ambientales. La superficie del trofoblasto no es homogénea, posee una gran variedad de sistemas de transporte de sustancias, receptores de hormonas y factores de crecimiento, enzimas y otras. En esta etapa el metabolismo placentario aumenta. A nivel de las vellosidades libres el Sincitiotrofoblasto forma interdigitaciones en borde de cepillo, que aumentan la superficie de intercambio de 4-14cm². La membrana placentaria ha adelgazado y está constituida por:

 

·        Sincitiotrofoblásto.

·        Tejido conectivo fetal (Capa muy delgada, que algunos autores no consideran).

·        Endotelio del vaso fetal (Figs.5.32 y 5.33).

 

FUNCIONES DE LA PLACENTA

 

1.      Metabólica.

·        Sintetiza colesterol, ácidos grasos y glucógeno, sobre todo en etapas tempranas del embarazo, y se piensa que estas sustancias son importantes para la nutrición del feto.

 

2.      Intercambio:

·        El intercambio de gases oxígeno y dióxido de carbono tienen lugar por simple difusión.

·        El agua se intercambia en forma libre y rápida.

·        Los electrolitos Na+, K+, Ca2+ requieren transporte activo por bombas de ATP.

·        Las vitaminas liposolubles atraviesan la membrana plasmática (MP) con más rapidez que las hidrosolubles.

·        La glucosa se intercambia rápidamente por difusión facilitada.

·        Los ácidos grasos libres pasan a la sangre fetal y se esterifican a triacilgliceroles en el feto.

·        La MP no es atravesada por la proteínas y los péptidos pero si por aminoácidos, algunos por transporte activo, por lo que cubren las necesidades fetales para la síntesis de proteínas.

·        Las hormonas esteroideas no conjugadas pasan en forma casi libre. El paso de triyodotironina y tiroxina es lento.

·        Los anticuerpos maternos atraviesan la MP, como excepción del resto de las sustancias proteicas, son captados por el Sincitiotrofoblasto por endocitosis mediada por receptores y luego transferidos a los capilares fetales. Esta transferencia se observa para los anticuerpos pertenecientes al subgrupo IgG (7S) de inmunoglobulinas, por lo que el feto adquiere inmunidad pasiva, por ejemplo, contra el sarampión y la viruela.

·        Eliminación de productos de desecho, como el dióxido de carbono que atraviesa libremente la MP. La bilirrubina conjugada la atraviesa con dificultad, mientras que la bilirrubina libre que es liposoluble la atraviesa fácilmente. La urea atraviesa la MP por difusión simple.

·        Medicamentos: la mayoría de los medicamentos y sus productos metabólicos pasan sin problema la MP por difusión simple, lo cual puede producir malformaciones congénitas.

 

PRODUCCIÓN HORMONAL

 

·        GCH- Gonadotropina coriónica humana. Es una glicoproteína. En estado purificado tiene una actividad indistinguible de la acción de la hormona luteinizante hipofisiaria (LH). Se detectan concentraciones de GCh 9 días después de la ovulación, aumenta con rapidez hasta alcanzar un máximo en el primer trimestre del embarazo. La mayoría de la pruebas comunes de embarazo se determinan por la GCh en la orina materna.

·        HPL- Somatotropina coriónica humana o lactógeno placentario humano es producida por el Sincitiotrofoblasto, aparece en escasa cantidad en sangre fetal; pero es abundante en sangre materna, la favorecen ciertas modificaciones del metabolismo materno orientado hacia la nutrición de feto.

·        Progesterona: producida por la placenta y necesaria para mantener el embarazo. A partir del cuarto mes se sintetiza en cantidades suficientes al disminuir la función del cuerpo lúteo.

·        Estrógenos: son producidos de forma creciente durante el embarazo, alcanzan niveles máximos antes del parto donde se produce una brusca caída. Depende de la síntesis de precursores en la zona fetal de las suprarrenales del feto, dado que la placenta carece de la enzima necesaria para la transformación de esteroides C-21 en C19. Es un ejemplo de la importancia de la función de la unidad materno-feto-placentaria. Una disminución de la eliminación de esteroides por la orina materna es un fuerte indicio de sufrimiento fetal e incluso de muerte. Los estrógenos son muy importantes por que regulan la endocrinología de la implantación, permiten modificaciones de las mamas como preparación durante el embarazo y participan en el comienzo de la regulación de la producción de leche materna.

 

Etapa de envejecimiento placentario: Al final del embarazo ocurren cambios morfológicos en la placenta que se conocen con este nombre, hay una incapacidad de la placenta para realizar el intercambio como antes de este momento: Hay una disminución del estroma, disminución en la cantidad de capilares y aproximación de éstos a la superficie sincitial, engrosamiento de la membrana basal de los capilares y el trofoblasto, obliteración de ciertos vasos fetales, deposito de fibrina en las placas basal y coriónica, y en otros sitios del espacio ínter velloso entre otros cambios.

Entre los factores que son causa de envejecimiento placentario podemos considerar algunos como:

·        Intensidad de la circulación en vasos maternos (HTA, anemia, hipovolemia).

·        Intensidad circulatoria en vasos fetales (Hipotiroidismo congénito).

·        Estructura y espesor de la MP.

·        Superficie de intercambio.

·        Calcificaciones.

 

UNIDAD MATERNO-FETO-PLACENTARIA. EJEMPLOS DE LA FUNCION ENDOCRINA DE LA PLACENTA

 

Durante el embarazo le unidad materno-feto-placentaria es imprescindible para la síntesis de diferentes sustancias necesarias para la vida del nuevo individuo, el embrio-feto aún el solo no es capaz de elaborar determinados compuestos necesarios para su desarrollo inmediato, por lo cual necesita de la participación placentaria y también de sustancias elaboradas por la madre. Un ejemplo de esta unidad es la síntesis de esteroides.

 

PLACENTA A TÉRMINO

 

La placenta a término tiene dos caras: La materna y la fetal.

En la materna se encuentran: Cotiledones, separados por surcos, por lo cual tiene un aspecto irregular. Esta superficie está cubierta por la Decidua basal.

En la cara fetal se encuentra: El cordón umbilical, la placa coriónica donde hacen prominencia los vasos coriónicos y recubierta por el amnios lo que le da un aspecto brillante nacarado. (Fig. 5.34).

La placenta a terminó es de forma discoide, de torta plana, diámetro de mas o menos 15 a 25 cm, espesor o grosor: entre 2 y 3 cm. en su parte central y adelgazada hacia los bordes que se continúan con el saco amniótico y coriónico roto y su peso: es de 500 a 600 gramos (casi un 6o del peso del feto).

 

 

DEFECTOS DE LA PLACENTA

·        De posición: En este caso está la llamada placenta previa, que puede ser de diferentes tipos según el lugar o posición que tenga el útero:

-          Baja o de inserción ístmica: Se inserta en el segmento inferior del útero sin alcanzar el borde del orificio uterino.

-          Marginal: inserción mas baja que la anterior. La zona marginal de la placenta asoma al borde del orificio cervical.

-          Lateral: Inserción baja ocluye parte del orificio cervical.

-          Central: La inserción ocluye por completo el orificio cervical.

·        De forma y tamaño:

La placenta puede presentar defectos en su morfología como se puede observar en los siguientes esquemas. (Fig. 5.35).

A) Placenta succenturiata: Zonas de corion frondoso de uno o dos cotiledones quedan aislados, rodeados de las membranas y unidas solamente por los vasos del resto de la placenta y el cordón. Estos cotiledones pueden quedar dentro del útero en el momento del alumbramiento.

B- Placenta circunvalata: La placenta no se continúa en los bordes de forma normal, un borde de esta circunda la cara fetal donde solo tiene  revestimiento amniótico en el centro. El resto queda desnudo de membranas.

C- Placenta en raqueta: La inserción del cordón es el borde placentario.

D- Placenta velamentosa: El cordón se inserta en la membrana antes de penetrar a la placenta. Provoca distocia grave.

 

Placentas Acretas: Llegan en la implantación hasta el miometrio, lo contacta, por la falta de decidua basal. Puede ser Increta si interesa más de un cuarto del espesor del miometrio, y lo invade. Las Percretas si  llegan a perforar el útero, pueden llegar hasta el peritoneo. Se considera que un elemento importante de su etiología es la conservación del carácter invasivo del sincitiotrofoblasto por diferentes causas.

Placentas fenestradas: Presenta una zona donde no se desarrollan las vellosidades coriónicas, aparece como una isla de corion calvo y amnios rodeando el tejido placentario normal.

El tamaño de la placenta se puede alterar cuando existen enfermedades o trastornos del feto como es el caso de la enfermedad hemolítica fetal.

 

 

 ·        Tumores de diferentes tipos:

 

MOLAS

 

Completa: En algunos embarazos el embrión esta ausente, y el conceptus consiste solo en tejido placentario. Los vasos fetales que intercambian en la placenta también están ausentes y las vellosidades placentarias asemejan un ramo de uvas o gotas de agua. Si el Embrioblasto se forma inmediatamente degenera. Se aborta temprano en la preñez y si esto no ocurre produce síntomas en la embarazada por lo cual se deduce su existencia como son; síntomas de hipertensión, edema y sangrado vaginal. Produce además altos niveles de secreción de GCh. En los estudios citogenéticos solo se han encontrado cromosomas de origen paterno, ya que por alguna razón el núcleo del ovocito no está presente. El cariotipo mas frecuente mas frecuente es XX, por una inseminación monospérmica (se pierde el pro núcleo femenino y el masculino tiene mitosis inicial).

Parcial: Hay un embrión presente, las vellosidades en forma de ramos de uvas o gotas de agua se presentan en pequeños lugares como parches y la embarazada tendría los mismos síntomas que en el caso anterior. El aborto ocurre usualmente en el segundo trimestre. El cariotipo es triploide, con doble dotación paterna. Existen los cromosomas femeninos que se considera dan origen al Embrioblasto.

-          Enfermedades de persistencia del trofoblasto- En estos casos los remanentes de las molas producen un tumor. Los que surgen de la mola parcial son casi siempre benignos pero los de la completa se tornan malignos, pueden crecer como una mola invasiva o formar un tejido metastático que es llamado coriocarcinoma. En todos los casos se secretan altas concentraciones de GCh.

 

Los estudios citogenéticos de estas entidades han demostrado que el complemento genético paterno es responsable de la formación de la placenta y el desarrollo temprano del embrión, lo cual ha introducido el concepto de impronta genómica.

 

IMPORTANCIA GENÓMICA

 

Para el desarrollo normal de un mamífero se requiere el concurso de los genomas materno y paterno. Antiguamente se pensaba que la contribución de los genomas haploides materno y paterno contribuían por igual al desarrollo del individuo pero el desarrollo y aplicación de la técnicas actuales han derivado en el conocimiento de que ambos genomas haploides no son iguales aunque si complementarios. Esto se debe a que muchos genes que están en los cromosomas de los genomas haploides masculinos y femeninos contribuyen de diferente manera a su expresión en dependencia de que su origen sea materno o paterno. Quiere esto decir que los patrones del desarrollo no dependen de los cromosomas sexuales del cigoto sino del sexo de procedencia de su genoma.

Aunque para el desarrollo normal de un individuo se requiere el concurso de genomas paterno  materno, puede ocurrir la segmentación de un huevo no fecundado a través de un proceso que se conoce con el nombre de partenogénesis, induciendo de manera natural o artificial el desarrollo de un gameto sin la participación del otro sexo. La partenogénesis es un fenómeno normal en algunas especies (abejas). En el hombre no se ha comprobado de casos de partenogénesis, pero puede desarrollarse un embrión por fusión de un ovocito con el 2º cuerpo polar.

Los embriones que se desarrollan es ausencia del genoma paterno son llamados Gynogenones y son particularmente deficitarios de tejidos embrionarios. Los que se desarrollan en ausencia del genoma materno son conocidos por Androgenones y se caracterizan por presentar tejidos extraembrionarios deficientes. El desarrollo del Embrioblasto es regulado por los cromosomas maternos y el desarrollo del trofoblasto por el cromosoma paterno como ya se describió anteriormente.

 

ANEXOS EMBRIONARIOS O MEMBRANAS FETALES

 

Son quellas estructuras que no forman parte del cuerpo embrionario pero que están relacionadas con su desarrollo. Durante todo el parto o después de éste se desechan.

Cavidad amniótica: Es una de ellas y tiene gran importancia para el embrio-feto. Ya estudiamos su relación cuando el disco es plano, pero cuando el cuerpo se pliega ella también lo hace y envuelve al cuerpo, por lo tanto es el medio donde se desarrolla el nuevo individuo. Contiene al líquido amniótico que tiene un ciclo durante la vida prenatal. Es un líquido acuoso y cristalino, llega a contener la cavidad amniótica de 800-1000 mL a las 37 semanas de gestación. El líquido tiene varias funciones, como son:

·        Flota y le sirve como almohadilla de protección sobre todo al inicio.

·        Amortigua las sacudidas.

·        Impide que se adhiera a las paredes.

·        Permite los movimientos fetales.

 

A partir del 5to. mes el feto deglute liquido amniótico, aproximadamente el 50% del volumen total. También se añade la orina, que contiene principalmente agua.

 

Existen defectos del amnios como son: El hidramnios, exceso del liquido amniótico 1,500-2,000 mls. Se relaciona con varias causas entre las que pueden estar defectos congénitos como la Anencefalia y las Atresias esofágicas.

El oligohidramnios tiene poca cantidad de líquido, menos de 400 mls, es menos frecuente y puede ser causado por una Agenesia renal.

También se pueden presentar la Bridas amnióticas, por genes infecciosos o tóxicos sobre el amnios. Pueden provocar constricciones o incluso amputaciones sobre todo de las extremidades.

Cordón umbilical: Existen dos tipos, primero se forma el cordón umbilical primitivo que esta limitado en la superficie ventral embrionaria por la antigua unión amnioectodérmica, ahora llamada anillo umbilical primitivo. Es corto y esta constituido por el pedículo de fijación y sus vasos, 2 arterias y 2 venas; el pedículo vitelino y la unión del celoma intraembrionario con el extraembrionario, donde pueden encontrarse asas intestinales de forma temporal. Está rodeado por la membrana amniótica. (Fig. 5037)

            Con el propio crecimiento se forma el Cordón umbilical definitivo, solo persiste el pedículo de fijación, con 2 arterias y 1 vena, sostenidas por la gelatina de Wharton y rodeado por la membrana amniótica. Tiene abultamientos  de los vasos conocidos como nudos falsos. Mide 50 a 60 cm y su diámetro es de 2 cm. El cordón umbilical demasiado largo o corto puede provocar problemas  durante el embarazo o durante el parto (Fig. 5.37)

 

5.7.  PERÍODO FETAL Y EVALUACIÓN DEL DESARROLLO

 

Después de la octava semana del embarazo el período de órgano génesis (embrionario) está prácticamente terminado y comienza el período fetal. Hacia el final del período embrionario puede reconocerse la forma macroscópica de casi todos los órganos, los contornos externos del embrión muestran una cabeza muy grande en relación con el resto del cuerpo y un mayor desarrollo de la región craneal del cuerpo que de la caudal.

El período fetal suele considerarse como un período de crecimiento y maduración fisiológica de los sistemas orgánicos.

Pese a la intensa actividad de desarrollo que tiene lugar durante el período embrionario (segunda a octava semanas), el crecimiento absoluto del embrión tanto en talla como en masa no es muy grande, por lo contrario, el período fetal (novena semana al nacimiento) se caracteriza por un intenso crecimiento. El cambio de las proporciones de las diferentes regiones del cuerpo durante los periodos de crecimiento pre y postnatal es impresionante.

El predominio inicial de la cabeza se reduce, conforme al desarrollo del tronco se convierte en un factor inicial del feto, posteriormente un crecimiento mayor de las extremidades cambia las proporciones de las diferentes regiones del cuerpo.

Durante la primera parte de este período todo el cuerpo carece de pelo y es muy delgado debido a la ausencia de grasa subcutánea. Hacia la mitad del embarazo los contornos de la cabeza y la cara se aproximan a los del recién nacido y el abdomen comienza a abultarse. De la semana 27 en adelante, el depósito de grasa subcutánea hace que el cuerpo se redondee.

El crecimiento del feto es expresión de las potencialidades genéticas legadas por sus progenitores y del aporte ininterrumpido en cantidad y calidad de los nutrientes necesarios para este proceso. La maduración está estrechamente ligada al crecimiento y en gran medida está influenciada por los mismos factores.

 

CRECIMIENTO INTRAUTERINO

 

Características generales

 

El desarrollo y crecimiento intrauterinos se inicia con la fecundación y termina con el nacimiento. En este lapso de tiempo que dura cuarenta semanas como promedio, la longitud aumenta unas 5000 veces y el peso más de mil millones de veces. Durante los veinte años siguientes al nacimiento, la longitud aumenta unas tres veces y media y el peso veinte veces. Esto da una medida de la extraordinaria velocidad de crecimiento durante la vida uterina. Pero la velocidad del crecimiento intrauterino no es uniforme a lo largo de toda la vida prenatal.

En la primera semana, durante la segmentación del huevo, aunque aumenta el número de células no implica crecimiento debido a que las células hijas que se formaron son progresivamente de menor tamaño.

Durante el período embrionario predominan los procesos de diferenciación y morfogénesis sobre el crecimiento, de esta manera a las ocho semanas ya se han formado en lo fundamental los esbozos de todos los órganos del cuerpo, pero la longitud del embrión no rebasa los treinta mm.

El período fetal se caracteriza por la rápida proliferación de casi todos los tipos celulares, lo cual reporta un rápido crecimiento del cuerpo en su conjunto. Desde el punto de vista práctico el crecimiento del feto adquiere mucho interés a partir de la segunda mitad del embarazo porque es cuando ocurre con mayor rapidez, y por tanto es más susceptible de que ocurran alteraciones y porque es a partir de ese momento que el médico puede medirlo con relativa facilidad y determinar si el mismo transcurre normalmente.

Alrededor de las veintidós semanas el feto pesa unos 500 gramos y a partir de entonces crece lineal y rápidamente. En las siguientes seis semanas el peso se duplica y a las 28 semanas (comienzo del tercer trimestre) alcanza un peso algo mayor de 1000 gramos, en las siguientes seis semanas vuelve a duplicar su peso, de manera que a las 34 semanas ya rebasa los 2000 gramos y los 3000 gramos los alcanza a las 38 semanas. Para entonces se dice que el feto está a término y a partir de este momento el crecimiento se hace mas lento, lo cual está relacionado con el grado de desarrollo alcanzado por la placenta, que resulta insuficiente para permitir el paso de nutrientes hacia el feto.

 

Determinantes del crecimiento y desarrollo fetales

 

El desarrollo fetal se caracteriza por seguir patrones de crecimiento y maduración orgánicas y tisular que están determinados por factores maternos, factores placentarios y factores inherentes al embrión feto propiamente dicho. Cuando las condiciones son óptimas ninguno de estos factores tiene efecto limitante sobre la capacidad de crecimiento y desarrollo del feto y el resultado es un recién nacido a término, de parto fisiológico y con capacidad de adaptarse de forma suave y sin complicaciones a la vida extrauterina.

Los fetos requieren substratos para el crecimiento y la producción de energía. Estas sustancias pasan libremente de la madre al feto a través de la membrana placentaria. La glucosa es la primer fuente de energía para el metabolismo y crecimiento fetales, pero también se necesita de aminoácidos. La insulina que se necesita para el metabolismo de la glucosa la segrega fundamentalmente el páncreas del feto

Muchos factores pueden afectar el crecimiento fetal: los maternos, los fetales y los ambientales. En general, los factores que funcionan a lo largo del embarazo (Vg.. el fuerte tabaquismo y el consumo del alcohol) tienden a producir un retardo del crecimiento intrauterino (CIUR) y bebés pequeños, mientras que los factores que funcionan durante el último trimestre (e.g. desnutrición materna) suelen producir bebés bajos de peso, pero con la longitud y el tamaño de la cabeza normales. El CIUR suele definirse como el peso del bebé dentro del 10° percentil más bajo para la edad gestacional.

Desnutrición materna: Se conoce que la desnutrición materna severa resultante de una dieta de mala calidad provoca un crecimiento fetal reducido. La mala nutrición y los malos hábitos alimentarios son comunes y no se limitan a las mujeres que padecen pobreza.

Tabaquismo: La tasa de crecimiento de los fetos cuyas madres fuman cigarrillos se encuentra por debajo de lo normal durante las últimas 6 a 8 semanas de embarazo. Como promedio el peso al nacer de los bebés cuyas madres fuman muchos es 200 g por debajo de lo normal. El efecto es mayor en las madres que además mantienen una dieta de mala calidad.

Embarazos múltiples: Los individuos de nacimiento de gemelos, trillizos y otros partos múltiples suelen pesar considerablemente menos que los bebés resultantes de un embarazo simple. Es evidente que la necesidad total de los gemelos sobrepasa la provisión nutritiva disponible de la placenta durante el tercer trimestre.

Drogas sociales: Los bebés que nacen de madres alcohólicas a veces presentan un CIUR como parte del síndrome alcohólico fetal. Igualmente, el uso de marihuana y drogas estupefacientes (e.g. la heroína) puede causar CIUR y otras complicaciones obstétricas.

Flujo sanguíneo útero placentario dañado: La circulación placentaria materna puede verse reducida por una variedad de condiciones que reducen el flujo sanguíneo uterino (Vg.. la hipotensión severa y la enfermedad renal). La reducción crónica del flujo sanguíneo uterino puede causar inanición fetal y CIUR.

Insuficiencia placentaria: Las disfunciones o los defectos placentarios también pueden causar CIUR. Estos cambios placentarios reducen la superficie total disponible para el intercambio de nutrientes entre los torrentes sanguíneo del feto y de la madre.

Factores genéticos: Está bien establecido que los factores genéticos pueden causar CIUR. En años recientes, también se han asociado las aberraciones cromosómicas numéricas con casos de retardo de crecimiento fetal. El CIUR es pronunciado en bebés con el síndrome de Down y es característico de las personas con el síndrome de trisomía 18.

 

Metabolismo fetal

 

El feto utiliza fundamentalmente glucosa como fuente de energía, posee una gran capacidad para almacenar grasas y proteínas, la mayor parte de la grasa no se absorbe directamente de la sangre materna, sino que se sintetiza a partir de la glucosa.

Metabolismo del calcio y el fosfato: En el feto normal se acumulan unos 22.5 g de calcio y el 13.5 g de fósforo durante la gestación. Aproximadamente la mitad de estas cantidades se acumulan durante las últimas cuatro semanas de gestación, coincidiendo con el período de osificación rápida de los huesos fetales y con el período de aumento ponderal rápido.

Al principio de la etapa fetal la osificación es mínima y los huesos se componen sobre todo de una matriz cartilaginosa, de hecho, en las radiografías no se observa osificación hasta después del cuarto mes de embarazo.

Depósito de hierro: El feto acumula hierro con mayor rapidez que calcio y fosfato, prácticamente la totalidad del hierro se encuentra en la hemoglobina, que comienza a formarse tres semanas después de la fecundación. El endometrio materno que se prepara para la gestación contiene pequeñas cantidades de hierro, el embrión absorbe este hierro a través de las células del trofoblasto y lo utiliza para la formación de los precursores eritrocíticos.

Alrededor de un tercio del hierro de un feto totalmente desarrollado se almacena en el hígado, el recién nacido puede utilizar este hierro durante varios meses para la síntesis de hemoglobina.

Utilización y almacenamiento de las vitaminas: El feto necesita la misma cantidad de vitaminas que el adulto, y en algunos casos, mayores cantidades.

De manera general las vitaminas tienen las mismas funciones en el feto que en el adulto, aunque existen algunas que tienen funciones especiales en el último.

Las vitaminas del grupo B, especialmente la vitamina B12 y el ácido fólico, son necesarios para la formación de de los eritrocitos y de tejido nervioso, así como para el crecimiento general del feto.

La vitamina C es necesaria para la formación adecuada de sustancias intercelulares, en especial la matriz ósea y las fibras del tejido conjuntivo.

La vitamina D es fundamental para el crecimiento óseo normal del feto, y aún más importante la madre la necesita para absorber una cantidad suficiente de calcio a partir del tubo digestivo. Si los líquidos corporales de la madre contienen bastante vitamina D, el hígado fetal almacenará grandes cantidades que podrá utilizar durante varios meses después del nacimiento.

La vitamina E es fundamental para el desarrollo normal del embrión, aunque todavía no se ha determinado el mecanismo de su función. Se ha demostrado en animales de laboratorio que la ausencia de estas vitaminas se traduce en aborto espontáneo al comienzo del embrazo.

La vitamina K se utiliza en el hígado fetal para la formación del factor VII, protrombina y otros factores de la coagulación sanguínea. Si la madre carece de cantidades suficientes de vitamina K, tanto el feto como la madre presentarán déficit de factor VII y protrombina. Debido a que casi toda la vitamina K se forma por la acción bacteriana en el colon materno, el recién nacido no dispondrá de una fuente adecuada de vitamina K durante la primera semana de vida postnatal, hasta que se establece una flora bacteriana del colon.

El depósito prenatal en el hígado fetal de al menos pequeñas cantidades de vitamina K procedentes de la madre contribuye a evitar hemorragias fetales, en especial la hemorragia fetal cerebral, producida cuando la cabeza sufre un traumatismo por la presión a la que se ve sometida al atravesar el canal de parto.

 

EVALUACIÓN DEL DESARROLLO

 

Si bien las malformaciones congénitas se producen durante el período embrionario, el médico práctico tendrá que ver con ellas durante el período fetal.

El médico debe estar preparado para sospechar oportunamente, para contribuir al diagnóstico precoz y para prevenir en lo posible el nacimiento de un niño malformado, retardado en su crecimiento, enfermo o con capacidad disminuida para sobrevivir y desarrollarse fuera del claustro materno.

En la actualidad es posible determinar con notable exactitud el patrón de crecimiento del feto y su estado de bienestar.

Las nuevas técnicas de imagenología y de diagnóstico han revolucionado el estudio del feto vivo. Es posible diagnosticar muchas malformaciones congénitas en el útero con considerable exactitud. A partir de esa información los cirujanos pueden tratar algunas de ellas mediante cirugía fetal con una eficiencia mucho mayor que con las técnicas tradicionales usadas en los bebés o en los preadolescentes.

 

Importancia médica de la evaluación del crecimiento y desarrollo fetales

 

Para tener una idea clara de la importancia que tiene para el médico conocer como transcurre el crecimiento fetal, basta conocer que aproximadamente la mitad de los niños que nacen de bajo peso (menos de 2500 gramos) se consideran pequeños para la edad gestacional, es decir, que han tenido un crecimiento intrauterino deficiente. En nuestro país estos niños con retardo del crecimiento intrauterino representan el 4% de los nacimientos, lo que equivale a que nacen alrededor de 7000 de estos niños cada año, estos niños que han tenido un crecimiento intrauterino deficiente tienen 20 veces más probabilidad de morir o de sufrir afecciones incapacitantes que los niños que han crecido normalmente.

Si la disminución de velocidad de crecimiento del feto se descubre tempranamente en el embarazo, el médico puede en muchos casos tomar medidas para atenuar o eliminar los factores causales o crear condiciones favorables para que se restablezca en lo posible el ritmo de crecimiento normal.

De ahí la importancia de los síntomas y signos del embarazo que hacen sospechar alteraciones en el crecimiento del feto y de los métodos que permiten diagnosticar objetivamente tales alteraciones.

 

Procedimientos diagnósticos fetales

 

Técnicas de imagen: Debido a su seguridad, su costo y la posibilidad de observar al feto en tiempo real, la ecografia es la técnica de imagen obstétrica de mayor uso en la actualidad. Es útil para el diagnóstico simple de anomalías estructurales y puede hacerse en tiempo real para guiar procedimientos invasivos como la biopsia de vellosidades coriónicas y las transfusiones intrauterinas.

Las indicaciones de estudio ultrasonográfico varían de acuerdo al tiempo de embarazo y de forma general pueden resumirse como sigue:

·        Diagnóstico de embarazo.

·        Diagnóstico de embarazos múltiples.

·        Diagnóstico de embarazo ectópico.

·        Seguimiento del desarrollo folicular.

·        Localización de la placenta.

·        Diagnóstico de anomalías placentarias (ej: mola hidatidiforme).

·        Estimación de la edad gestacional por biometría del feto. (Longitud del fémur, diámetro biparietal, circunferencias abdominal y torácica.)

·        Detección de malformaciones congénitas en el feto (ej.: del SNC, cardiovasculares, renales, digestivas, esqueléticas y otras)

·        Evaluación de la cantidad de líquido amniótico (oligo o polihidramnios).

·        Confirmación de muerte fetal.

·        Confirmación de la posición fetal.

·        Como complementaria de procedimientos clínicos (ej: amniocentesis, biopsia de vellosidades coriónicas, transfusiones intrauterinas, procedimientos quirúrgicos).

·        Evaluación de la madurez placentaria.

 

Los exámenes de rayos X siguen usándose en cierta circunstancias, pero debido a los daños potenciales causados por la radiación a las gónadas maternas y fetales, su empleo es menos frecuentes que anteriormente, además su uso está relativamente limitado por su incapacidad para discriminar los detalles en los tejido blandos, incluidos los componentes cartilaginosos del feto. Cuando se inyectan sustancias radiopacas en la cavidad amniótica se puede obtener perfiles del feto y de la cavidad; actualmente es poco usado.

Existen otras técnicas de imagen como la resonancia magnética nuclear (RMN), la tomografía axial computarizada (TAC) y otras que producen imágenes útiles del feto, son inocuas, pero su uso es limitado debido al costo y la disponibilidad.

La fetoscopía es la observación directa del feto a través de un tubo insertado en la cavidad amniótica, principalmente con la tecnología de fibra óptica,

Pero tiene el inconveniente de riesgo elevado de aborto espontáneo e infección, por lo que no se usa con fines puramente diagnósticos, sino más bien como auxiliar en los procedimientos de biopsia uterina. Su uso ha sido reemplazado en gran medida por otras técnicas que se basan en la guía por ecografía.

Técnicas de obtención de muestras: La técnica clásica de obtención de muestras es la amniocentesis, que implica inserción de una aguja en el saco amniótico y la extracción de una pequeña cantidad de líquido amniótico para análisis. Por lo genral, este procedimiento no se realiza antes de las trece semanas debido a que la cantidad de líquido amniótico es relativamente escasa.

Una vez que se ha obtenido la muestra del líquido amniótico se pueden cultivar las células fetales que se encuentran en el mismo y se puede hacer análisis cromosómico para detectar anomalías numéricas  o estructurales de los cromosomas, diagnóstico de sexo del feto, se puede hacer determinaciones bioquímicas como la alfafetoproteína, un marcador que, según sus valores de acuerdo a su edad gestacional, puede ser indicador de defectos de cierre del tubo neural o de otras malformaciones. Pueden detectarse también defectos enzimáticos y bioquímicos, así como valorar el grado de madurez pulmonar a través de determinaciones de fracciones del surfactante pulmonar, una sustancia producida por los neumocitos tipo II del alvéolo pulmonar que impide el colapso alveolar en el neonato durante la respiración.

Otra técnica utilizada es la biopsia de vellosidades coriónicas. En esta técnica la ecografía sirve para guiar la inserción de la aguja  de biopsia en la placenta, de donde se toma una pequeña muestra de vellosidades con propósitos diagnósticos. Esta técnica se usa en períodos más tempranos que la amniocentesis (seis a nueve semanas).

Con el creciente mejoramiento de las técnicas de imágenes diagnósticas, es posible obtener muestras de tejidos fetales directamente, como ejemplo es bastante común la obtención de sangre fatal, principalmente de los vasos del cordon umbilical (cordocentesis) para diagnóstico de afecciones hereditarias y de estados patológicos como inmunodeficiencias, defectos de coagulación, alteraciones de la hemoglobina e infecciones fetales. También es posible tomar muestras (biopsias) de la piel del feto e incluso del hígado fetal para buscar anomalías específicas de estos órganos.

Manipulación terapéutica del feto: Algunas afecciones se tratan mejor durante le etapa fetal que después del nacimiento. En algunos casos que implican bloqueos u obstrucciones, puede evitarse que el feto sufra graves daños estructurales, en otros, puede reducirse la acumulación de productos tóxicos o de desecho.

El reconocimiento de que la cirugía fetal produce resultados que en esencia no dejan rastro de cicatrización ha estimulado a algunos cirujanos a considerar la práctica de cirugías correctivas en el útero, en lugar de esperar a que el bebé nazca. Pueden aplicarse drenajes fetales para corregir situaciones específicas en las cuales se pudieran producir graves daños permanentes antes del nacimiento, por ejemplo el sondaje vesical para aliviar la presión y el consiguiente daño renal causado por obstrucciones anatómicas del tracto urinario bajo, también se han utilizado drenajes fetales para aliviar el aumento de presión que provoca el aumento del líquido cerebroespinal cuyo resultado es la hidrocefalia, pero los resultado de estos procedimientos son dudosos todavía.

 

5.6 MALFORMACIONES CONGÉNITAS

 

Se describe como un defecto congénito toda aquella anormalidad de estructura anatómica visible al examen clínico del recién nacido, o posterior al nacimiento, cuando se hace patente el defecto funcional de un órgano interno afectado anatómicamente, por ejemplo cardiopatías, defectos renales o del sistema excretor, defectos de las vías biliares, de las vías digestivas, etc.

Estos defectos pueden ocurrir de forma aislada o como defectos congénitos múltiples, y la mayoría de las veces sus factores causales son interpretados como enfermedades genéticas o “taras familiares”. Los padres de un bebé que nace con algun defecto congénito generalmente se preguntan: ¿Por qué a mi, si en nuestras familias no hay estos antecedentes? O cuando el defecto realmente es de origen hereditario y el neonatólogo los envía a consulta de genética, afirman con alegría…”es la marca de la familia”, sobre todo si el defecto procede por vía paterna, y en esos casos le restan importancia al mismo, ya que se conoce en la familia la historia natural del defecto y tienen experiencia de cómo abordar por su cuenta el defecto, o si tiene mayor severidad, exigen la atención temprana ya que conocen que resulta más efectiva para tratar el problema de su hijo lo más adecuadamente posible.

Por otra parte, los defectos congénitos también aparecen por la acción de agentes ambientales a los que se expone la embarazada y que interfieren en el desarrollo normal del embrión.

Dos conclusiones pueden estar latentes en esta introducción: No todos los defectos congénitos tienen una etiologia genética, ni todas las enfermedades genéticas presentan defectos congénitos.

En este material se abordarán los factores etiológicos que determinan la presencia de los defectos congénitos.

Se describe como un defecto congénito toda aquella anormalidad de estructura anatómica visible al examen clínico del recién nacido, o posterior al nacimiento, cuando se hace patente el defecto funcional de un órgano interno afectado anatómicamente, por ejemplo cardiopatías, defectos renales o del sistema excretor, defectos de las vías biliares, de las vías digestivas, etc.

 

TIPOS DE DEFECTOS CONGÉNITOS

 

Teniendo en cuenta que las anomalías congénitas pueden tener un factor causal genético o ambiental, es preciso utilizar el término defecto al referirnos a los mismos mientras no se tenga conocimiento del factor causal que pudo originarlo.

Los defectos congénitos por su magnitud se distinguen como mayores y menores.

Los defectos mayores, son los relativos a los defectos que tienen un compromiso funcional importante para la vida del individuo, tienen consecuencias médicas, estéticas, que requieren de atención temprana, algunas veces de urgencia y por tanto tienen también repercusión social. Tienen una frecuencia del 2 al 3% de los recién nacidos.

Los denominados defectos menores son defectos estructurales relativamente frecuentes, que denotan un crecimiento desproporcionado de una parte anatómica, que no tienen  un significado relevante en la atención médica y tampoco tienen un significado especial a nivel social. Son defectos que tienen más bien significado predictivo sobre el origen prenatal de un estado patológico específico, como por ejemplo retraso mental. Estas anomalías menores se sobrelapan con pequeñas anormalidades descritas como signos dismórficos. Se presentan con una frecuencia aproximada del 15%.

También se ha observado que en recién nacidos con ausencia de signos dismórficos, la frecuencia de defectos congénitos mayores es menor al 1%, mientras que cuando hay un solo signo dismórfico, la probabilidad de un defecto mayor es del 3%, cuando hay defectos menores de riesgo de que presente un defecto mayor es del 10% y cuando hay tres o más defectos menores la frecuencia de un defecto mayor se eleva al 20%, por lo que el examen y detección de los defectos menores o signos dismórficos, es importante para el diagnóstico o detección de defectos mayores estructurales o funcionales, sobre todo de órganos internos que no pueden ser detectados fácilmente por la simple observación.

Los defectos congénitos, en sentido, general ocurren durante la morfogénesis, en el periodo embrionario, desde la tercera semana hasta la octava semana con prolongación hasta la semana 12 del desarrollo, ya que hay estructuras como el cerebro, los dientes, los genitales, los órganos de la audición y de la visión, y los pliegues de flexión de las manos y pies, que se extienden más allá de las ocho semanas.

Hay al menos cuatro tipos de problemas o patogénesis que afectan la morfogénesis generando los defectos congénitos, ellos son:

1.      La pobre formación de un tejido debido a defectos genéticos propiamente dichos, pero en los cuales la anormalidad genética afecta a genes involucrados en el desarrollo. Son a estos tipos de defectos congénitos, a los que se les denomina malformación.

2.      Efecto de fuerzas inusuales sobre los tejidos genéticamente bien formados, a estos defectos congénitos se les denomina deformidad.

3.      Ruptura de tejidos y red de vaso sanguíneos genéticamente bien formados y que se conocen como disrupción.

4.      Un cuarto tipo de problema de la morfogénesis se conoce como displasias y se refiere a la organización anormal de las células de un tejido. Las displasias tienen un origen genético.

 

ETIOLOGÍA AMBIENTAL DE DEFECTOS CONGÉNITOS

 

La cantidad de procesos moleculares y celulares, su organización y regulación temporal, puede verse alterada por la acción de genes extraños, que pueden producir reacciones celulares incomunes o gradientes de sustancias, que pueden modificar la acción específica de morfógenos y como consecuencia, provocar defectos de diferentes grados de severidad en el desarrollo embriofetal, aun cuando la estructura y función del genoma recién formado se encuentre intacto, como para lograr una anatomía y función bioquímica y fisiológica normales en el recién nacido.

Estas substancias o agentes extraños, pueden tener diferentes acciones y cuando actúan en el periodo comprendido entre la fecundación y la segunda semana (preimplantación) de la gestación, pueden ocurrir dos opciones: eliminación del cigoto antes de que la mujer incluso advierta su embarazo, o un grado de afectación celular tal, que conlleve a la pérdida de células que comienzan a producirse a partir de los primeros periodos post fecundación (segmentación), en cuyo caso, generalmente no tiene lugar ningún efecto.

Este periodo de la perdida de algunas células no tiene implicaciones en el futuro desarrollo embriofetal, ya que aun no hay diferenciación celular específica.

Entre la tercera y octava semanas del desarrollo, e incluso para algunos órganos hasta la semana 12, en que se completa la órgano génesis, la acción de agentes extraños o sustancias en este periodo de la gestación, pueden interferir con los procesos celulares de proliferación, crecimiento, migración o apoptosis, modificando sustancialmente los procesos de inducción y diferenciación. Las anormalidades generadas serán defectos congénitos mayores y menores dando lugar en ocasiones a defectos congénitos múltiples.

En períodos más tardíos, de la semana 12 al final de la gestación, estos agentes o sustancias extrañas, pueden hacer diana en tejidos que se encuentran madurando, pero ya no se observan defectos congénitos mayores sino más buen crecimientos desproporcionados de partes fetales y en consecuencia, se pueden observar signos dismórficos o defectos menores, sin embargo algunos órganos y en especial el sistema nervioso central (SNC), pueden resultar dañados funcionalmente.

También estas sustancias o agentes extraños afectan en sentido general, el funcionamiento placentario y como resultado se produce un crecimiento intrauterino retardado.

Cuando estas sustancias producen anormalidades en la formación de órganos y sistemas reciben el nombre de teratógenos. Prácticamente todos los agentes teratógenos producen retraso del crecimiento intrauterino.

 

Lo hasta aquí expuesto, explica el por qué de defectos como:

·        La infertilidad y los abortos espontáneos.

·        Los defectos de morfogénesis.

·        Las deficiencias del crecimiento prenatal.

·        Las alteraciones funcionales del SNC.

·        La muerte fetal, se refieren como indicadores generales de terato-genicidad.

 

El efecto de un agente que tiene acciones desfavorables como teratógeno, se expresa en un amplio espectro que se debe a:

1.      La dosis del agente y el tiempo de exposición del mismo

2.      Las semanas de gestación en el momento de la exposición.

3.      La susceptibilidad de la madre y del producto al agente, debido a variaciones genéticas y metabólicas.

4.      Interacción con otros factores ambientales.

 

Teniendo en cuenta el origen de un teratógeno, podríamos clasificarlos en agentes exógenos que llegan a la madre en su relación con el ambiente externo y al producto a través de ésta, y endógenos, atendiendo al funcionamiento anormal de las condiciones endocrinometabólicas maternas, afectando concentraciones de metabolitos específicos, que llegan al producto en concentraciones inusuales a través de la función placentaria y que, como en el caso de los agentes de origen exógeno, pueden interferir en el proceso de embriofetogénesis.

 

 

AGENTES TERATÓGENOS EXÓGENOS

 

            Los agentes teratógenos con estas características se clasifican atendiendo a su naturaleza en:

·        Biológicos.

·        Químicos.

·        Físicos.

 

Biológicos: Son agentes infecciosos que atacan al producto embriofetal en el útero, provocan inflamación de tejidos en diferentes grados de desarrollo y es causa en muchas ocasiones de muerte celular no programada. La patogénesis de la mayoría de sus efectos, si no todos se deben a disrupción de los tejidos formados en el momento de su aparición.

            Estos agentes incluyen:

 

·        Virus: dentro de este grupo los más frecuentes son el virus de la rubéola, el citomegalovirus, poliovirus, herpes simples, varicela zoster, SIDA, entre otros muchos. Los efectos de estos agentes son muy similares: microcefalia, calcificaciones cerebrales, convulsiones, déficit auditivo y visual (diversos grados de afección ocular), prematuridad, crecimiento intrauterino retardado.

·        Bacterias: en este grupo está la sífilis, micoplasma, listeriosis, etc.

·        Parásitos: aunque se conocen varios tipos de parásitos que cruzan la berrera placentaria solamente se conoce que infecten al feto el toxoplasma, que produce síntomas similares a los que ocasionan los agentes virales, en especial coriorretinitis.

·        Químicos: los agentes químicos son un grupo importante de sustancias con efecto teratógenico pero para su análisis pueden agruparse en tres clases:

-          Químicos ambientales, en los que destacan aquellos que contaminan el ambiente como los componetes mercuriales, pesticidas.

-          Las drogas no prescriptivas, como el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas como la cocaína, marihuana, opiáceos y fármacos comunes, no prescriptos como los salicilatos, la talidomida, etc.

-          Drogas prescriptas, como agentes anticancerígenos, anticoagulantes, antibióticos aminoglicósidos (estreptomicina, gentamicina), anticonvulsivantes como trimetadiona, fenoteina, barbitúricos, entre los más importantes, el ácido retinoico, entre otros muchos.

 

Los agentes químicos interfieren la acción de procesos moleculares impidiendo el desarrollo de los mecanismos celulares ya explicados.

·        Físicos: las radiaciones ionizantes son el ejemplo más conocido. Los estudios realizados al exponer animales a altos niveles de radiaciones de esta tipo, han sugerido que solamente dosis de energía tan altas como 200 rads tienen la capacidad de producir un crecimiento intrauterino retardado, daños del SNC incluyendo microcefalia y defectos oculares.

El periodo de mayor sensibilidad está alrededor de la segunda y quinta semana después de la concepción. Los altos niveles de radiaciones se presentan en tratamientos específicos, no así para exámenes radiológicos incluso del tipo de las pielografias renales, sin embargo todo tipo de estudio que implique radiaciones debe evitarse durante el embarazo o al menos analizar el riesgo contra beneficio. Por otra parte, las radiaciones ionizantes, además del riesgo como teratogenicos tienen riesgos como agentes mutágenos y cancerígenos.

El otro agente físico que puede tener acción como teratógeno es el calor.

Las altas temperaturas afectan el desarrollo del SNC y producen defectos de migración y de cierre del tubo neural. Los baños de sauna, los trabajos en los que la mujer embarazada tenga que exponerse a altas temperaturas muchas horas al día, o incluso eventos febriles (temperaturas superiores a 1.5 grados por encima de la temperatura habitual) son factores de riesgo.

 

            Los teratógenos caracterizados como tales, cuando actúan en el primer trimestre de gestación, ocasionan defectos múltiples específicos que permiten ser reconocidos por su expresión desde el punto de vista médico como síndromes tales como fetal por rubéola, por alcoholismo, por efectos del calor etc.

 

Susceptibilidad genética al efecto de teratógenos

 

            Como este es un aspecto que explica el alto grado de expresividad variable de los defectos ocasionados por teratógenos, que es difícil de comprender, exponemos un ejemplo que ilustra le mismo y además integra los conocimientos anteriores con el tema en cuestión.

            Las sorderas en el humano son una condición que tiene en su etiología factores genéticos y ambientales. Para su estudio se clasifican en sorderas sindrómicas, para referirse a los síndromes conocidos que cursan con este defecto auditivo y no sindrómicas, para referirse a los tipos que no presentan otros defectos anatómicos o funcionales asociados.

Los factores genéticos en estas últimas pueden deberse a la expresión de simples mutaciones y estas a su vez, afectar tanto al genoma nuclear como al mitocondrial.

Existe un tipo de sordera en la que se ha encontrado una mutación en el genoma mitocondrial de tipo homoplásmico (A1555G). Las personas que solamente tienen esta mutación no presentan sordera, pero si una predisposición a padecer otoxicidad por la acción de aminoglicósidos. Una mujer embarazada que presente esta mutación va a trasmitir a su descendencia la mutación al 100 % de sus hijos, con sus mitocondrias, como corresponde a este tipo de herencia y por supuesto, tanto ella como su feto serán susceptibles a la acción ototóxica de estos antibióticos.

 

Condiciones endocrinometabólicas maternas anormales

 

             El ejemplo más ilustrativo, aunque no el único, es la diabetes insulino dependiente, que es causa de perdida de embarazos o de malformaciones que involucran preferencialmente a las extremidades. También, la diabetes materna determina anormalidades en el crecimiento y desarrollo fetal que, cuando es por sobrecrecimiento origina, cuando menos, el riesgo de que al nacer se observen en el recién nacido, defectos del tipo de las deformidades.

Otro ejemplo lo constituyen defectos metabólicos maternos, como la fenilcetonuria. Se manifiesta en madres que fueron tratadas en su infancia con dietas de fenilalanina y que ya adultas dejaron el tratamiento. Como ellas siempre presentan niveles plasmáticos muy altos de fenilalanina, estas concentraciones tan altas pasan al producto y actúan como teratógenos. El efecto es un desarrollo anormal del SNC, evidenciado por microcefalia y retraso mental.

 

Defectos congénitos debidos a fuerzas mecánicas

 

            El término deformación indica moldeado anormal de una parte anatómica, determinada por fuerzas mecánicas inusuales.

            La deformidad se reconoce por perdida de la simetría, de la alineación la posición anormal o configuración distorsionada, cuando ocurre después de la órgano génesis, no presenta defecto tisular subyacente. Los tejidos genéticamente anormales, sin embargo, son más susceptibles a deformación.

            Cuando las deformidades ocurren en etapas fetales del tercer trimestre, son usualmente reversibles y la magnitud del defecto ocasionado dependerá de la intensidad de la fuerza y del tiempo en que ésta se mantuvo.

            Generalmente las deformaciones se producen por fuerzas extrínsecas sobre el feto como:

·        Presión por gemelar.

·        Presión por anomalías uterinas.

·        Compresión por disminución del líquido amniótico.

 

Existen también factores intrínsecos que no corresponde analizar en este material, tales como anormalidades neurológicas o renales.

 

Defectos congénitos debido a disrupciones

 

            Este fenómeno de la disrupción es el resultado de un proceso disruptivo que altera estructuras ya formadas. Se describen un amplio rango de alteraciones de este tipo, que en sentido general abarcan: alteraciones de forma y configuración, división de partes usualmente no divididas, fusión de partes usualmente no fusionadas y pérdidas de partes previamente presentes.

            Las causas de disrupciones son usualmente ambientales y pueden dar lugar a pérdida, genéticamente programada, de flujo sanguíneo.

            Los agentes disruptivos incluyen estrés mecánico severo y se agrupan en:

·        Bandas amnióticas.

·        Infecciones virales intrauterinas.

·        Isquemia de cualquier causa.