CAPÍTULO 1

INTRODUCCIÓN A LA MORFOFISIOLOGÍA

1.1 GENERALIDADES DE LA MORFOFISIOLOGÍA

El desarrollo científico técnico acumulado por la humanidad ha incorporado grandes retos a la educación como función general de la sociedad y a las Ciencias de de la Educación en particular, con el aumento del caudal del saber, la creación de nuevas especialidades científicas y disciplinas docentes.

En el siglo XX y lo transitado del XXI se han realizado esfuerzos encaminados al perfeccionamiento de la educación médica, acompañados en ocasiones de radicales cambios en los paradigmas que rigen el accionar de los profesionales de la salud. Hoy se manifiestan paralelamente dos grandes paradigmas: el biologicista y el médico-social; mientras que el primero centra su accionar en la asistencia médica al paciente y por ende en la cura de la enfermedad mediante el uso de la clínica, el segundo hace énfasis en la prevención de salud a través de su promoción utilizando como método la educación a la población. Esta actividad de perfeccionamiento refleja el interés de la sociedad por la adecuada formación de quienes tienen como función velar por uno de los bienes más valorados por el ser humano, la salud.

Según el Dr. Fernández Sacaza, en una investigación realizada entre las décadas del 1960 y 1970 por el Dr. Kerr White con la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (ASCOFAME), del total del universo de la población, el 25 % se consideró sano, es decir, que 75 % se encontraba en riesgo de enfermarse; de este, 45 % poseía una morbilidad oculta, es decir, no sabía que estaba enfermo y otros eran enfermos ambulatorios: y de este, sólo 0,2 % de los enfermos ingresaron en los hospitales, es decir, dos de mil personas.

Lo anterior demuestra la importancia del paradigma médico-social y la ne­cesidad de formar médicos que realicen las acciones de salud en la comunidad en la que se encuentra el universo de la población, reduciendo así la posibilidad de ingreso del paciente. Para ello debe prepararse mayor cantidad de médicos y otros profesionales de la salud, lo que implica también un cambio en las formas y métodos de esta preparación.

En el campo educativo, la mayoría de las facultades y escuelas de medicina, asociaciones nacionales e internacionales y colegios de profesionales del continente están debatiendo sobre cómo educar mejor a los futuros médicos para dar respuesta a los problemas de salud actuales; se critica fuertemente la rigidez del currículo, la falta de integración en las materias, el carácter poco activo de la enseñanza, el no óptimo desempeño del rol de la universidad para cumplir con sus tres funciones básicas: la docencia, la investigación y la extensión, entre muchos otros temas.

En un proyecto para el perfeccionamiento de los planes de estudio de medicina auspiciado por la Asociación Americana de Escuelas Médicas donde fue­ron consultadas importantes universidades como: "Comell University, Memorial University, Medical Collage of Georgia, South Carolina Medical University y George Washington University", se detectaron problemas que justifican cam­bios en el currículo en la formación del profesional de ciencias médicas, entre ellos:

     Exceso de materia en los dos primeros años, algunas de ellas no relevantes
para el médico general integral.

     Omisión de materias que deben estar en el currículo.

     Poca relevancia para los estudiantes de las Ciencias Básicas en la práctica
médica.

     Demasiada separación entre las Ciencias Básicas y las estancias en la clínica.

     El currículo es poco efectivo en la preparación de los estudiantes para los
cambios ocurridos en la práctica médica.

     Los cursos de preclínica y clínica frecuentemente focalizados en contenidos
más apropiados para un especialista que para un médico general.

     Necesidad de que los estudiantes incrementen experiencias clínicas tempra­nas.

     Resistencia al cambio hacia un currículo integrado éticamente.

En Cuba, la situación difiere radicalmente en relación con el resto de los países de Latinoamérica, porque se cuenta con un Sistema Nacional de Salud que ha logrado alcanzar indicadores del mismo nivel que el de los países más desarrollados del mundo. Por otra parte, su sistema de salud es un reflejo del desarrollo de la educación médica cubana. Ello hace que la incorporación y adecuación pertinente de las nuevas tendencias de la educación superior al sistema de educación médica sea el elemento de mayor prioridad, con un ma­yor alcance en los momentos actuales, cuando se llevan a cabo profundas trans­formaciones en todos los niveles del sistema educacional del país para lograr mayor accesibilidad, asequibilidad, masividad y equidad, con énfasis en la ele­vación de la calidad de la formación de nuestro principal capital, el humano.

Desde el denominado "Informe F|exner" de 1910 hasta la II Declaración de Edimburgo de 1993, se ha podido asistirla a las más diversas propuestas pedagó­gicas y debates entre las diferentes tendencias que defienden sus posiciones, muchas veces sin tener en cuenta evidencias que prueben su efectividad.

Sin embargo, en el Informe Flexner, existe un conjunto de recomendacio­nes, cuyo grado de implementación ha sido muy limitado:

     Debe alcanzarse la integración de las Ciencias Básicas y las Ciencias Clínicas.

     Debe estimularse el aprendizaje activo.

     Debe limitarse el aprendizaje de memoria mediante conferencias.

     Los estudiantes no deben aprender solamente hechos, sino desarrollar el
pensamiento crítico y la habilidad de resolver problemas.

     Los educadores deben enfatizar que en los médicos, el aprendizaje es una
tarea para toda la vida.

Las recomendaciones de Flexner dejaron claramente establecidas la impor­tancia y necesidad de las Ciencias Básicas Biomédicas como parte del currículo de los estudios médicos. Desafortunadamente, también dieron origen a una perniciosa contraposición entre las Ciencias Básicas Biomédicas y las Ciencias Clínicas que liega hasta nuestros días, y en la actualidad aún se sigue en la búsqueda de las mejores formas y vías de la integración entre éstas, lo cual también propugnó.

Las tendencias contemporáneas de la Educación Médica Superior propo­nen:

     Pertinencia social de toda construcción curricular.

     Integración docente - asistencial - investigativa.

     Formación integral equilibrada:

 

-       Científico - técnica.

-       Ético - humanista.

     Formación en los escenarios reales de los servicios.

     Enseñanza problémica.

     Educación permanente o para la vida.

     Papel de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.

     Mayor énfasis en el aprendizaje del alumno que en la enseñanza del profesor.

     Fomento de las actividades de carácter grupal.

     Política de formación de formadores.

     Salidas intermedias en las carreras.

     Sustituir los planes de estudio por asignaturas por planes integrados.

Predomina hoy en la enseñanza de las Ciencias Médicas la coordinación entre las distintas disciplinas que la componen, asumiendo cada una de ellas el abordaje del ser humano desde su objeto de estudio particular, de manera fragmentado, siendo casi exclusivamente el estudiante el que integra los contenidos. El estudio del hombre de esta manera lleva implícito una sobre carga intelectual del estudiante, un tiempo muy limitado para dedicarle a su aprendizaje, la utilización de una base material de estudio extremadamente amplia y de recursos humanos también excesivos para su formación.

Una de las vías que le permite enfrentar estos retos a la educación, sobre todo a la educación médica, es la enseñanza integrada, convirtiéndose esta en una necesidad histórica. En este tipo de enseñanza se agrupan los contenidos fundamentales de varias disciplinas, que se interrelacionan y pierden su indivi­dualidad para formar una nueva unidad de síntesis transdisciplinaria con mayor grado de generalización.

Existen antecedentes en nuestro país en la enseñanza integrada de las Cien­cias Básicas Biomédicas, por ejemplo: Plan de estudio integrado para la formación de médicos en Cuba en el año 1969, abandonado posteriormente, Morfofisiología en los planes de estudio de Licenciatura en Enfermería y Tec­nología de la Salud, Ciencias Morfológicas en la carrera de Estomatología des­de 1988 y en Maestrías en el extranjero desarrolladas por profesores cubanos.

Según estas experiencias, la integración permite:

1.      Facilitar a los estudiantes la generalización y sistematización de los conocimientos, al abordar el estudio de las estructuras y funciones del organismo
humano de una forma general e integral, en sus aspectos microscópicos,
macroscópicos y del desarrollo, y tratar los temas en el momento más
adecuado, sin desfasar su contenido, manteniendo el orden lógico de la asig­natura.

2.      Reducir el tiempo total de docencia y disminuir la tendencia al enciclopedismo,
al eliminar repeticiones y detalles innecesarios, lográndose establecer las
esencialidades en cada asignatura teniendo en cuenta el perfil de salida del
profesional que es el de Médico General Integral Básico.

3.      Desarrollar y controlar el proceso docente por un solo profesor, con un cuer­po de conocimientos ya integrados, facilitando el trabajo educativo sistemático con cada alumno.

4.  La coordinación e integración de los contenidos de enseñanza con otras
disciplinas docentes.

5.      Dedicar mayor tiempo de estudio a menor cantidad de asignaturas.

6.      Racionalizar recursos humanos y materiales.,

7.      Desarrollar investigaciones con un carácter más integral.

Las recomendaciones realizadas por Flexner y la necesidad de integrar las Ciencias Básicas Biomédicas como tendencia en la Educación Médica Supe­rior y de la formación ampliada de médicos para Latinoamérica y el Mundo, son las causas motivadoras para la enseñanza de las Ciencias Básicas Biomédicas integradas en la disciplina de Morfofisiología, favoreciendo la inte­gración con la clínica, un aprendizaje activo e independiente y la habilidad en la solución de problemas desde los primeros años, para así contribuir a formar un profesional de la salud integral con calidad, optimizando recursos para desempeñarse en la Atención Primaria de Salud.

La definición de disciplina científica o especialidad no es equivalente a la de disciplina docente o asignatura; esta última no puede estar constituida sobre el principio de la totalidad de la ciencia, sino que toma de la primera, siguiendo  una lógica docente, los contenidos y métodos que son apropiados para transmitir sus bases esenciales, necesarias y suficientes, de manera que garantice su asimilación por parte del estudiantado.

La disciplina Morfofisiología para la carrera de Medicina no es una ciencia sino un arreglo didáctico, es una disciplina docente que posee como objeto el estudio del ser humano teniendo como base la integración de las Ciencias Básicas Biomédicas en función de la actuación del Médico General Integral Bási­co en el proceso Salud - Enfermedad. El criterio de estructuración de la nueva disciplina se basa en los niveles de organización de la materia, por lo que des­pués de hacer una presentación general del individuo como unidad biopsicosocial, la disciplina avanza por los contenidos de nivel molecular, celular, tisular, de órganos y sistemas. La misma está integrada por cuatro asignaturas: Morfofisiología I, II, III y IV.

La Morfofisiología I está ubicada en el primer semestre de la carrera e integra los contenidos esenciales de las Ciencias Básicas Biomédicas: Biología Celular y Molecular, Histología I y Embriología I, requeridos para la compren­sión del ser humano en su complejidad, a partir de la interpretación funcional de las estructuras en los niveles de organización Molecular, Celular y Tisular.

La Morfofisiología II se ubica también en el primer semestre del plan de estudio, donde se abordan los contenidos correspondientes al desarrollo y las características morfofisiológicas del cuerpo humano a nivel de Órganos y Sistemas, específicamente el Sistema Osteomioarticular y el Sistema Tegumentario. Integra los contenidos esenciales de asignaturas independientes como Anato­mía I, Fisiología II, Histología III y Embriología I.

La Morfofisiología III es impartida en el segundo semestre y aborda los contenidos relativos al Sistema Nervioso, Sistema Endocrino y Sistema Reproductor e integra contenidos de Anatomía II, Fisiología I, Histología II, Embriología II y Metabolismo Intermediario y su Regulación.

Por último, la Morfofisiología IV cierra el ciclo de las Ciencias Básicas Biomédicas en el tercer semestre e incorpora los restantes Sistemas del orga­nismo humano: Sistema Cardiovascular, Hemolinfopoyético, Sistema Digesti­vo, Sistema Respiratorio y Sistema Renal e integra los contenidos de Anatomía III, Histología III, Embriología II, Fisiología II y algunos contenidos de Metabo­lismo intermediario y su regulación.

La confección de este material tiene como finalidad proporcionar un texto básico apropiado a la disciplina Morfofisiología para la carrera de Medicina, estructurado sobre la base de las esencialidades de las disciplinas que la inte­gran, su pertinencia, teniendo los contenidos fisiológicos como rectores del ci­clo básico y siguiendo el orden lógico del programa de estudio que lo sustenta.

 

 

1.2. EL HOMBRE DESDE UN ENFOQUE ANTROPOLÓGICO

El ser humano contemporáneo es el producto de un largo período de cam­bios y transformaciones en concordancia con los cambios ambientales. En la naturaleza, producto del desarrollo singular que ha alcanzado nuestra especie, el hombre ocupa un lugar preponderante debido al desarrollo de su intelecto, a su capacidad de trabajar y esto conlleva la de transformar las condiciones am­bientales; por eso se dice que el ser humano es un organismo peculiar individuo biopsicosocial, ya que desarrolla su vida en interacción con el ambiente natural, con una estructura social determinada acorde al desarrollo histórico de la humanidad.

El ser humano es un vertebrado, mamífero, placentario que pertenece al orden de los primates; nuestra especie se denomina homo sapiens. Esto dicho así rápidamente necesitó de años de reflexiones de los científicos de distintas épocas, que acorde a su orientación filosófica y al desarrollo de la ciencia en general interpretaban el asunto de disímiles formas.

El organismo humano constituye un todo único; la integridad del organismo, es decir, su asociación o integración esta asegurada por:

     La asociación estructural de todas las partes del mismo (célula, tejidos, órganos, líquidos, etc.).

     La unión entre todas las partes del organismo, con ayuda de los líquidos
circulantes y con la integración del sistema nervioso.

De esta suerte, el organismo como un todo es algo más que una simple suma de sus partes. Este algo más es una nueva cualidad surgida gracias a la acción recíproca de las partes en el proceso de ontogénesis y filogénesis en interacción con el medio ambiente.

Siempre y en todas partes, la vida se compone de la interacción de dos factores: una individualidad organizada como organismo, que sufre variaciones bajo las influencias externas. El organismo humano se haya indisolublemente ligado a las condiciones ambientales, tanto del ambiente físico como del ambiente social; esta unidad del organismo y del medio exterior constituye la base evolutiva del proceso, donde se observa la variabilidad de estructuras de los organismos, como expresión morfológica, de su adaptación a los cambios en las condiciones de existencia. La adaptación está condicionada tanto por la in­fluencia del medio en el que tiene lugar dicha adaptación, como por la propiedad hereditaria y de otra clase del organismo en evolución.

Para el hombre, además del medio biológico tiene importancia decisiva el medio social: en el proceso Salud-Enfermedad del hombre no podemos olvidar las interacciones sociales, su desempeño social como factores a veces deter­minantes o desencadenantes de las enfermedades. La condición fundamental de existencia del hombre es el trabajo. La actividad laboral es el factor más importante en relación con el medio ambiente, por su fuerza transformadora. Por supuesto que también influyen en el organismo humano las demás condi­ciones de existencia, tales como el lugar geográfico, la alimentación, la vivien­da, que se correlacionan directamente con el medio social.

 

EL HOMBRE DESDE EL PUNTO DE VISTA ANTROPOLÓGICO

La Antropología es la ciencia que estudia al hombre en su devenir histórico, biológico y social; busca las generalidades del cuerpo humano para encontrar las diferencias de género, etáreas, etnias o de grupos sociales.

El origen del hombre y el esclarecimiento de su lugar en la naturaleza es objeto de controversia desde la antigüedad hasta nuestros días; fundamental­mente se podría resumir como la diatriba entre los evolucionistas y los no evolucionistas.

Aristóteles (384-322 a.n.e), primer gran biólogo de la historia, creía que a todos los seres vivos sé les podía distribuir en un orden jerárquico; esto se conoció como escala natural donde los seres más simples se situaban en los peldaños inferiores y la humanidad en la cúspide.

Carlos Linneo (1707-1778) desarrolló el sistema actual de nomenclatura para las especies biológicas; nunca modificó su opinión de que todas las especies que existían fueron creadas por Dios y permanecieron inmutables desde entonces.

G.L:L.D Buffon (1707-1788) sugirió que las especies podrían experimentar cambios en el tiempo, intentando explicar la variedad de criaturas del mundo moderno.

Se sabe bien que Darwin fue fundador de la teoría de la evolución. La teoría evolucionista se sustentó en gran medida en los hallazgos biológicos que fechaban la edad de la tierra y el registro fósil planteaba que la tierra era mucho más antigua y había organismos que ya habían desaparecido.

Darwin definió que la esencialidad en estos asuntos eran las variaciones. Él planteaba que las variaciones entre individuos eran la materia prima real del proceso evolutivo, sostenía que las especies surgen cuando las diferencias en­tre individuos de un grupo se convierten poco a poco en diferencias entre gru­pos y los grupos se separan en el espacio y en el tiempo. La teoría darwiniana dice que las variaciones que ocurren en las poblaciones son encausadas o direccionadas por la selección natural a lo largo de una serie de generaciones. Toda variación que confiera a un animal una ventaja por pequeña que sea hace que ese animal tenga mayor probabilidad de dejar una descendencia viable.

La aceptación de la teoría darwiniana revolucionó la ciencia de la biología en general y en particular la biología humana y nuestra manera de pensar acerca de nosotros mismos. Lógicamente con el desarrollo de la ciencia y las nuevas
tecnologías existen más pruebas que fortalecen la teoría evolucionista, ya que
con el desarrollo de la genética se han esclarecido los mecanismos que expli­can y que sustentan las teorías evolucionistas.

La interpretación de las teorías evolucionistas se sustenta en la interpreta­ción materialista dialéctica del mundo y del universo. Entender que la vida está irremediablemente asociada a cambios en espacio y tiempo que generan desarrollo, es el sustento del origen de las especies, incluyendo al homo sapiens, nuestra especie.

La explicación de la evolución radica en los mecanismos biológicos que la definen: las fuentes de variación, como las mutaciones, el intercambio genético, las migraciones y la deriva genética, y la selección natural como la fuerza evo­lutiva que encausa dichas variaciones, entendiéndose como la supervivencia del individuo y de sus descendientes por ser los más adaptados al medio ambiente.

 

ORIGEN DEL HOMBRE

Anteriormente se ha hecho referencia al lugar del hombre en la naturaleza. Partiendo de las ideas evolucionistas y de los mecanismos que las explican ¿dónde comienza la historia de la evolución humana? Se podría empezar con una combinación fortuita de sustancias químicas en algún mar cálido del período pre-cámbrico, incluso con la formación de un planeta a 150 millones de kilómetros de una estrella. También pudo haber comenzado más de 4500 millones de años más tarde, cuando una pequeña tribu de homínidos descubrió que podía usar un palo para excavar o pulir el borde plano de una piedra. De todas maneras es una historia muy larga, aún para los humanos. Se puede empezar hace unos 200 millones de años atrás, al inicio de la era mesozoica, más o menos en la época de los primeros dinosaurios, en que aparecieron los primeros mamíferos a partir de un tronco de reptiles primitivos. La información es muy escasa, sólo existen evidencias esporádicas que hablan de estos primeros ma­míferos como del tamaño de un ratón. Es probable que estos primeros mamíferos fuesen nocturnos por el tamaño de las órbitas. Desaparecen los grandes reptiles, incluyendo a los dinosaurios, constituyéndose en uno de los grandes misterios de la biología. Según los geólogos, los cambios de temperatura los hicieron desaparecer para siempre y hace unos 65 millones de años empezó la propagación explosiva de los mamíferos.

Nosotros somos mamíferos placentarios y primates; su evolución comienza cuando un grupo de pequeños mamíferos inician la vida arbórea: salvo conta­das excepciones los primates tienen 5 dígitos, de los cuales el pulgar es divergente y puede ser opuesto al dedo índice; esto acrecienta la capacidad para la aprehensión y la destreza. Entre los primates hay una tendencia evolutiva hacia una capacidad de manipulación muy afinada que culmina en el ser humano.

Otros resultados del traslado a los árboles son la gran importancia que adquirió la agudeza visual y el énfasis decreciente en el papel de la olfación. Este desplazamiento del olfato a la visión acarreó consecuencias anatómicas. Otra tendencia principal en la evolución de los primates se orienta hacia el creciente cuidado de la prole o descendencia. Los mamíferos amamantan a sus crías y tienen relaciones materno-infantiles más intensas y prolongadas con largos periodos de dependencia y aprendizaje. Otra adaptación a la vida arbórea es la postura erecta. Hasta los primates cuadrúpedos como los monos se sientan erguidos; esto cambia la orientación de la cabeza entre otras cosas. La postura vertical fue una preadaptación para la estancia erecta de los seres humanos modernos.

Existen numerosas codificaciones del árbol genealógico del hombre en de­pendencia de la clasificación de los restos fósiles, con relación al tiempo en que vivió y a la interpretación y recreación de las características morfofisiológicas de esos restos fósiles, que generalmente son fragmentos

La mayoría de los científicos coinciden que existieron una serie de grupos de homínidos (la mayoría de los fósiles han sido encontrados en África) que con el decursar del tiempo y en relación con el ambiente, fueron sufriendo una serie de transformaciones de las cuales podemos destacar las que tienen que ver con la postura erecta y el bipedalismo; aumento de la capacidad craneana, es decir de la masa encefálica, con un decrecimiento del viscerocráneo a ex­pensas del crecimiento del neurocráneo, cambios que convirtieron a la mano en órgano de trabajo e hicieron posible que este primate que se desarrolló en esta época remota evolucionara por los mecanismos que ya mencionamos y se con­virtiera en un homo sapiens, es decir, un hombre que vive en colectividad, que trabaja, que cría animales, que domina el fuego, que se comunica y que poste­riormente fue capaz de dejar plasmado en sus pinturas rupestres la cotidianidad de su vida.

Existen numerosas teorías que explican el proceso de hominización:

Monocentristas: un solo centro geográfico de origen del hombre en África.

Policentristas: dos centros geográficos de hominización, África y Asia.

Generalmente estas diferencias se deben a la interpretación de los diferen­tes hallazgos de fósiles en las distintas regiones. De estos fósiles los más cono­cidos son los pertenecientes al grupo de los Australopitécidos, que fueron encontrados en África del Sur (Figs. 1.1 y 1.2).

Muy relacionado con el origen del hombre está la problemática del origen de las razas. Se entiende como razas grupos de la misma especie, variedades, que presentan características fenotípicas diferentes. La mayoría de los científicos hablan de las diferencias raciales como diferencias adaptativas a disímiles diferencias geográficas que no están asociadas a diferencia de otro rango como se interpreta en la ideología racista.

La biodiversidad humana, o sea las variaciones en cuanto a la estatura, el peso, el color de la piel, la distribución del vello corporal, la armonía y la proporcionalidad corporal, entre otros, constituyen una gama casi continua de mani­festaciones adaptativas que están asociadas y originadas en el proceso de hominización (Figs.1.3 y 1.4).

 

1.3 DESARROLLO ONTOGENÉTICO HUMANO. DESARROLLO PRENATAL.

Desde la antigüedad el origen del hombre ha sido motivo de discusión entre el idealismo y el materialismo. El materialismo basándose en la ciencia, explica el origen del hombre como resultado de una larga evolución a partir de un grupo de homínidos ancestrales, en cuya formación influyeron factores genéricos y ambientales.

 

TEORÍAS DEL DESARROLLO DEL ORGANISMO

En el transcurso de la historia se ha tratado de explicar el desarrollo individual del organismo u ontogenia mediante dos enfoques diferentes representa­dos por las Teorías de la Preformación y la Epigénesis. La Teoría de la Preformación parte de posiciones creacionistas, planteando que el futuro organismo ya se encontraba preformado pero en miniatura dentro de las células sexuales. La Teoría Epigenética tiene una concepción evolucionista, explican­do que el organismo se desarrolla mediante un proceso continuo en el que se forman paulatinamente nuevas estructuras; esta teoría se complementa al con­siderar los componentes genéticos y el intercambio con el medio circundante como factores influyentes en este proceso, que pueden provocar cambios im­portantes en el nuevo ser.

Otra teoría que trata de explicar el origen del organismo es la de la Recapitulación, que considera que en el desarrollo individual del organismo, principalmente durante la etapa embrionaria, se repiten etapas fundamentales del desa­rrollo de las especies inferiores.

El materialismo dialéctico explica que en la naturaleza todo cambia y se desarrolla de acuerdo con determinadas leyes o regularidades. Esto se confirma en el desarrollo del organismo, el cual está sujeto a constantes transforma­ciones en su mecanismo de adaptación al medio donde vive.

La ontogenia estudia el desarrollo del nombre y durante éste se repiten momentos de otras especies del Phylum cordados, por lo que se dice, que la ontogenia repite la filogenia. La ontogenia humana comienza con la formación de una única célula, el cigoto; que dará origen a un individuo. Tiene dos etapas: la prenatal o intrauterina y la postnatal o extrauterina, separadas por el momen­to del nacimiento. Cada una de ellas consta de sub-etapas que tienen a su vez características peculiares.

En la ontogenia humana se destacan los procesos de crecimiento y desarrollo los cuales representan formas específicas del movimiento biológico. ¿Qué es el desarrollo biológico?: son los cambios o transformaciones estructurales y funcionales que transcurren en el tiempo y el espacio. Estos cambios están modulados por factores biológicos, psicológicos y sociales, característicos de la especie.

Dentro de los factores biológicos están la dotación genética propia de cada individuo, la influencia intrauterina de teratógenos. Por ejemplo el mercurio o el alcohol, la exposición a sustancias peligrosas y la maduración física y neurológica; esta última empuja al niño hacia delante y establece los límites inferiores para la aparición de la mayor parte de las habilidades. Otra característica biológica es el temperamento, que se refiere al estilo característico de respuesta del niño, el cual puede considerarse intrínseco de cada persona y relativamente resistente a la modificación por los padres.

Las influencias psicológicas tienen un papel importante en los actuales modelos del desarrollo; aunque se reconoce la influencia de rasgos innatos, la influencia del ambiente de aprendizaje tiene gran connotación. En el primer año de vida se establece la llamada "confianza básica", que es la relación del niño con sus padres, lo cual es determinante para el desarrollo futuro. A los factores Sociales también se les atribuyen importancia, ya que las familias funcionan como sistemas. Los impactos de la fuerza de este último sobre el individuo pueden ser sutiles pero patentes. La familia está incluida dentro de oíros siste­mas como son la totalidad del grupo familiar, la subcultura y la sociedad.

Los responsables directos del desarrollo son los mecanismos básicos del desarrollo, que son actividades celulares y moleculares que tienen su expresión en las células lo cual es imprescindible en la formación de tejidos. Los mecanis­mos básicos del desarrollo son: la inducción, la diferenciación, el crecimiento, la migración y la muerte celular programada o apoptosis; estos mecanismos se estudiarán posteriormente con detalle ya que están presentes desde el inicio del desarrollo humano. Todos están regulados genéticamente y existen inductores e inhibidores para cada uno de ellos. Su perturbación por alguna causa implica­rá una alteración del desarrollo normal.

 

 

CARACTERÍSTICAS DE LA ETAPA  PRENATAL

La Etapa Prenatal del desarrollo comienza con la formación del cigoto después de la fecundación y termina en el momento del nacimiento, alrededor de la 40-42 semanas de la gestación. Es la etapa más corta de la vida pero contradictoriamente donde ocurren el mayor número de rápidas transformaciones deci­sivas para la vida futura. La longitud aumenta unas 5,000 veces y el peso más de 1,000 millones de veces. Durante los veinte años siguientes al nacimiento, la longitud aumenta unas 3,5 veces y el peso 20 veces. Por una simple deducción es posible darse cuenta de la razón de la afirmación subrayada anteriormente. Se describen tres sub-etapas dentro de esta: Pre-embrionaria (Ira semana), Embrionaria (2da-8va semanas) y Fetal (9na semana al nacimiento).

Etapa preembrionaria, principales características.

Comienza con la formación del cigoto y termina alrededor del séptimo día, con el inicio de la implantación del blastocisto. El cigoto permanece libre dentro de la trompa de Falopio y en su tránsito hacia el cuerpo del útero se transforma: ocurre la segmentación o clivaje, se forma la Mórula y por último el blastocisto que es el que llega al cuerpo del útero y se implanta. La implantación es un proceso complejo y en este momento aun no se puede hablar de Embarazo. En esta etapa se expresan los mecanismos del desarrollo en menor proporción que en las etapas que siguen. La acción de un agente externo en este momento puede provocar la muerte y la presencia de algún defecto genético es causa con frecuencia de la pérdida del producto de la concepción, quizás como un mecanismo de selección natural.

Etapa embrionaria, características principales.

Comienza en la 2da semana y termina en la 8va semana del desarrollo. Durante esta etapa están presentes todos los mecanismos del desarrollo, los cuales determinan los cambios. Se desarrolla el embrión, que en la octava semana ya tiene un aspecto humano. El sistema que primeramente se diferen­cia es el cardiovascular, por las crecientes necesidades embrionarias y en se­gundo lugar el nervioso. Se forma la placenta y los anexos embrionarios; la placenta tiene numerosas funciones, principalmente la de intercambio; el cor­dón umbilical une a la placenta con el embriofeto y en su interior hay vasos que transportan sangre en ambos sentidos. Se considera la etapa más crítica del desarrollo porque la alteración de los mecanismos por agentes externos provocará malformaciones congénitas, por lo que es la etapa de mayor susceptibili­dad y vulnerabilidad.

 

Etapa fetal, características principales

Comienza en la 9na. semana hasta el momento del nacimiento. Se caracte­riza por la maduración orgánica y el crecimiento fetal. Se divide para la práctica médica en tres trimestres que tienen características crecientes de desarrollo aunque existen diferentes criterios de clasificación. En el segundo trimestre, alrededor de las 20 semanas el feto pesa 500g y a partir de entonces crece lineal y rápidamente. En las siguientes seis semanas el peso se duplica. Cuando comienza el tercer trimestre a las 28 semanas alcanza un peso mayor de' 1,000g, en las siguientes seis semanas vuelve a duplicar su peso, a las 34 semanas rebasa los 2,000g, a las 38 semanas alcanza los 3,000g; en este momento se considera que está a término. A partir de entonces el crecimiento es más lento por la disminución de la función placentaria. Alrededor de las 40 semanas el peso es de 3,300g aproximadamente.

Durante el desarrollo fetal existen determinantes maternas, placentarias y propias del feto que determinan su normal desarrollo si éstos también son normales. Están presentes también los mecanismos del desarrollo pero de forma más moderada, por lo que las alteraciones en esta etapa tendrán connotaciones diferentes a la etapa embrionaria. Maduran todos ¡os órganos y sistemas de la economía hasta determinados límites. Tienen particular importancia la madurez respiratoria, renal y nerviosa, para la adaptación independiente al medio exter­no, al cesar la actividad placentaria.

Hay cuestiones de discusión ética importantes en el sentido de ¿cuál es nuestro primer paciente, puede considerarse ya desde la etapa embrionaria?

 

CARACTERÍSTICAS DE LA ETAPA POSTNATAL

Comienza con el nacimiento y termina con la muerte, aunque todos los individuos por diferentes causas no complementan todas las etapas, su duración varía entre individuos. Es importante señalar que con el nacimiento continúa el desarrollo de todos los sistemas con menor o mayor extensión durante la vida postnatal, por ejemplo los sistemas nervioso, respiratorio y urogenital, entre otros.

Durante los veinte años siguientes al nacimiento, la longitud aumenta unas 3.5 veces y el peso 20 veces como ya se había mencionado. El desarrollo humano es exponencial hasta la edad adulta, después tiene una etapa estable de meseta, para finalmente comenzar a declinar. Durante toda la vida, desde el mismo nacimiento comienza el proceso de envejecimiento, que primero es discreto e imperceptible, comienza a manifestarse durante la adultez y es característico durante la vejez y senectud. En estas etapas se comienzan a perder capacidades físicas y mentales hasta la muerte.

Esta etapa se caracteriza por numerosas subetapas que se describirán de forma general ya que serán objeto de estudio en otras disciplinas médicas del área clínica.

 

Período neonatal: abarca el primer mes después del nacimiento. Con el nacimiento se producen cambios funcionales importantes como el inicio de la respiración pulmonar, se redistribuye la circulación, se inicia la circulación pulmonar, comienza la alimentación oral. El cuerpo del recién nacido se diferencia extraordinariamente del adulto por su forma y dimensiones.

Lactancia: se extiende hasta el primer año de vida. El crecimiento es rápido, ocurre maduración que hace adquirir competencia, se inicia la dentición temporal, hay reorganización psicológica.

Transcisional: abarca el segundo año de vida. En esta etapa disminuye la velocidad de crecimiento, disminuye el apetito, se inicia la marcha sin ayuda, hay desaceleración del crecimiento cefálico, desarrollo del lenguaje.

Pre-escolar: desde los 2 a los 5 años. En esta etapa hay desaceleración del crecimiento somático y cefálico, disminuye la necesidad de sueño, hay mayor desarrollo del lenguaje, se termina la dentición temporal.

Escolar: de los 5 a los 12 años. Hay poco aumento del peso y la talla por año, disminuye la velocidad del crecimiento cefálico, se pierde la dentición temporal y ocurre la definitiva, aumenta la capacidad de desarrollar patrones complejos.

Adolescencia: se extiende hasta los 20 años. En esta etapa ocurren cam­bios rápidos de tamaño, forma y fisiología corporales y también psicosociales, disminuye la inhibición hipotalámica lo que define el comienzo de la pubertad por la liberación de gonadotropinas y con ello aparecen los caracteres sexuales secundarios, hay cambios en la composición corporal, hay un crecimiento ve­loz, hay egocentrismo, aparece el impulso sexual, se forman parejas. Al final de la pubertad hay desaceleración del crecimiento, se establece independencia práctica, se toman decisiones sobre el futuro, se establecen relaciones estables, se alcanza la madurez sexual.

Adultez: el cuerpo alcanza su altura definitiva antes de los 30 años y después continúa el desarrollo lentamente. A partir de esta etapa se hace más rápido y manifiesto el proceso de envejecimiento, aunque éste comenzó desde el inicio del desarrollo mismo. El proceso de envejecimiento se relaciona con la patogenia de numerosas enfermedades.

Existen varias teorías o hipótesis biológicas que tratan de explicar el proceso de envejecimiento. Se considera que puede deberse a diferentes causas y se­gún los factores que se consideren como determinantes se clasifican en:

TEORÍAS DEL ENVEJECIMIENTO PRIMARIO

Son aquellas que consideran determinantes los factores genéticos o heredi­tarios; la información contenida en los genes decide el envejecimiento. Dentro de estas teorías están:

Envejecimiento Programado o Teoría Genética General: defiende la existencia de un plan genético para la duración de la vida, o sea, la edad depen­de de la información contenida en el ADN.

Teoría del Envejecimiento Endógeno de las Células: dentro de ella hay las que plantean que los radicales libres superoxidados en exceso causan trastornos de la función inmune y en la llegada de estímulos adecuados al núcleo de las células, que el envejecimiento es consecuencia de errores en algún punto entre el ADN y la proteína final, y otras.

 

TEORÍAS DEL ENVEJECIMIENTO SECUNDARIO

Argumentan que alteraciones patológicas y degenerativas son la causa de los cambios celulares, debido a la pobre oxigenación, la deficiente nutrición y la infiltración química, que causan muerte celular y por ende envejecimiento. Dentro de estas se encuentran:

Teoría del Desgaste: explica el envejecimiento como consecuencia de la exposición continua a factores nocivos endógenos y exógenos que causan de­trimento progresivo de la capacidad de sobrevivencia.

Teoría de la Acumulación de Moléculas Deletéreas en la Sangre: éstas impiden el desarrollo celular.

Teoría de la Deprivación: las células envejecen por romper la correcta nutrición.

TEORÍAS DEL ENVEJECIMIENTO TERCIARIO

Enfatizan en la degeneración de algunos de los sistemas o mecanismos de control, por ejemplo: el inmune, el neuroendocrino, el cardiovascular o el nervioso.

Existe también una Teoría Multifactorial del Envejecimiento en un intento de unificar criterios.

Aunque realmente ninguna de estas teorías argumenta de manera convincente la etiología del proceso, debe verse su etiopatogenia como una combinación sincrónica o secuencial de varias.